El autor ha tardado cinco años en escribir su nuevo libro, una obra profusamente documentada. En la rueda de prensa celebrada en el ayuntamiento madrileño ha afirmado: “es un libro que sólo se puede escribir por amor”. Y Trapiello está enamorado de Madrid desde que en el año 1975 se estableció en la capital. Conoce la ciudad a la perfección, como ya demostró en sus libros anteriores “El Rastro” y “Todo Madrid. Una muestra”. El escritor leonés, ha conseguido hacer un emocionante relato personal y literario, sobre la historia de Madrid desde sus inicios hasta hoy. “Son once siglos de historia donde ha ocurrido de todo. Ha sufrido el asedio más largo de nuestra historia, los tres años de la guerra civil; ha tenido varios motines, asonadas, etc. y siempre sobrevivió”, contó el escritor. Su editor, el poeta Emili Rosales, señaló que “el libro presentado no es un libro de historia, pero hay muchas historias en él; no es una novela, pero está escrito como un gran relato y no es un libro de memorias, pero está lleno de recuerdos personales”. Andrés Trapiello consigue conjugar la historia y la vida de la ciudad en una obra única, pero fijándose especialmente en todos sus actos culturales y en sus gentes. “Ha querido mostrar cómo es la ciudad y cómo son sus habitantes”, añadió el editor. El libro es la historia viva de una vida y de una ciudad, MADRID, contada de manera prodigiosa, original y apasionada por alguien que llegó a ella hace cuarenta y cinco años como tantos: probando fortuna. Este libro es también la biografía de su autor, trenzada igualmente con los viajes de agua, los barrios bajos y los nobles, con reyes, repúblicas y dictaduras, el esplendor y las miserias, la paz y las guerras, la Movida. Y es sobre todo la proclamación de una gran virtud reiterada en este libro magistral y único: la hospitalidad de quienes viven en Madrid. Emilio del Río considera que el libro es “imprescindible para conocer bien Madrid”, no pudo hablar mucho más el sustituto de Andrea Levy porque Begoña Villacís, hizo lo que todo buen espontaneo suele hacer en una plaza de toros: tirarse al ruedo y ante la jefa lo mejor es callarse. La vicealcaldesa tuvo un discurso más político que literario y quiso dejar claro que los tiempos no están para muchas florituras. “En la actualidad, todo es confrontación. Pero nosotros los madrileños somos diferentes porque procedemos de todas partes. Madrid es la ciudad de las oportunidades, donde nadie es extraño. Ahora que estamos en el siglo de las ciudades, Madrid cobra mayor protagonismo”, sentenció con una sonrisa en sus tabios tapados por una mascarilla. Todos hemos deseado alguna vez que la ciudad que visitamos, incluso en la que vivimos, nos la enseñe alguien que no solo la conozca bien, mejor que nosotros, sino que ese alguien sea un amigo, alguien próximo, al que preguntar, con el que interrumpir el paseo para entrar en un bar a tomar una cerveza o un café antes de proseguir, alguien a quien paran en la calle otras personas, que él nos presenta, y que son fuente a un tiempo de información y cordialidad. “Aunque creamos que la conocemos bien, no la conocemos del todo porque está creciendo constantemente. En ocasiones, sigo a distancia a los grupos de extranjeros para ver con otros ojos Madrid. La que ven ellos y siempre descubro cosas nuevas”, cuenta el autor. Este es un libro de Madrid, el relato de una vida, la de Trapiello, y de una historia, la de la ciudad. El más completo y original acaso que se haya escrito de Madrid en mucho tiempo. Vamos a su lado y él nos la enseña como se la enseñaría a un amigo, como queremos que nos cuenten siempre una ciudad. Desde que llegó aquí con diecisiete años hasta hoy, sin ahorrar detalle importante. El relato de su vida se interrumpe para contar algo que ha sucedido hace cien años y lo que ha sucedido entonces le recuerda a él algo de la historia, muy anterior, y la historia le lleva a recordar alguno de los personajes que ha conocido, y estos le llevan de nuevo a su vida de ahora… No hay aspecto que no quede reflejado en estas páginas: el literario, desde luego, y el monumental, el de la fotografía y el cine y el de la gastronomía, el de los reyes y el de sus tipos populares… A una ciudad le va mejor que a cualquier otra realidad la imagen del cesto de cerezas. Y de este llegan a salir, unas con otras, una ciudad fascinante porque te la están contando de una forma apasionada y divertida, con humor, pero también en serio, amena pero con rigor. “El madrileño es muy sacrificado”Cuando habla Andrés Trapiello se le nota su amor por Madrid. “Es una ciudad donde se recibe bien a todo el mundo, es muy acogedora y nadie se siente extraño porque a nadie se le pregunta de dónde es”, expone con decisión y añade “Madrid es una ciudad de mezcla, cuna del mestizaje. Además, el madrileño es muy sacrificado, aguanta con todo y se queja poco. Muchas veces, el ser el centro económico, político y cultural del país no le viene bien”. Cree Trapiello que Madrid no es xenófoba porque “no tiene una identidad definida”. Creo que yerra en ese concepto porque Madrid si tiene una identidad definida, el que sea una ciudad abierta y acogedora no quiere decir que Madrid no tenga una esencia muy particular. Baste pasear por sus calles para darse cuenta de cómo es Madrid, de sus requiebros, de su casticismo y hasta si me apuran de su chulería. De ahí quizá la tirria que la tienen ciertos pueblos racistas y xenófobos de la península. “Para mí, la mayor característica de Madrid es su luminosidad. Madrid tiene una luz especial”, afirmó el autor de "El Rastro". El propósito de este libro no es otro, según confiesa su autor, que hacer que le suceda al lector lo que nos sucede con algunas pocas y maravillosas ciudades: que estamos deseando volver si tenemos que dejarla, y conocerla mejor si tenemos la suerte de quedarnos en ella. Algunos lectores del libro lo utilizarán como una guía de viajes, otros como un compendio de historia madrileña, pero los más lo utilizaran como un puro deleite literario. Andrés Trapiello convierte todos sus textos en un canto a la hermosura. Como Madrid, Trapiello es equidistante. Por eso, hemos obviado todo lo que cuenta sobre la Memoria Histórica, eso se lo dejamos a los políticos mediocres y a los periodistas que les bailan el agua. Del Manzanares, claro está. Que suelen ser bastante fétidas. Andrés Trapiello nació en Manzaneda de Torío, León, en 1953, y desde 1975 vive en Madrid. Es autor de una extensa obra: novelas, entre ellas El buque fantasma, Los amigos del crimen perfecto (2003), Al morir don Quijote (2004) o Los confines (2009), premiadas con los galardones más prestigiosos internacionales y nacionales, como el Premio Nadal; ensayos, en Destino Las vidas de Miguel de Cervantes (1993) y Las armas y las letras (1994, 2010, 2019), y una decena de libros de poemas agrupados bajo el título Las tradiciones. Es autor de un diario novelado, Salón de pasos perdidos, del que lleva publicados hasta la fecha veintidós volúmenes, así como de la prestigiosa traducción al castellano actual del Quijote, publicada en 2015. Ha recibido, entre otros, el premio de las Letras de la Comunidad de Madrid (2003) y el de Castilla y León (2011) al conjunto de su obra. El Rastro (2018) es su libro más reciente. Puedes comprar el libro en:
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