El titulo llega tras "¡De rodillas, Mozón!", que inició el relato autobiográfico del músico y presentador, desde su primera infancia hasta los 18 años. En “La furia y los colores” Wyoming tiene una visión de los hechos como “testigo privilegiado” tras su paso por la universidad, donde la policía se infiltraba para controlar a los estudiantes… El autor nos presenta una obra literaria desde un ángulo alejado de la visión que a menudo nos venden sus protagonistas.
Este libro es el cuarto del autor, un intento de contar una época de la historia de España, los años 70 y 80, tal como él la vivió. “Es a la vez un libro de memorias y un genial desahogo panfletario, al estilo de “No estamos locos”
“Los jóvenes de ahora están muy jodidos y lo tiene todo muchísimo más difícil en contra de los que pueda parecer. Cuando yo era joven no tenía nada. Si yo tuviese que haber hecho una mudanza en aquel tiempo con una maletita me valía. Dicho esto, en todo lo demás era infinitamente más sencilla y más rica la vida”, comentó Wyoming en el en la presentación de su libro.
En las paginas hay un feroz retrato de la Transición, de las contradicciones entre la España heredera de la dictadura y la que despertaba a la modernidad de los ochenta. Las drogas, el sexo y la música se mezclan con la política y la lucha por encontrar un lugar profesional, su sitio en la vida. Durante la presentación Monzón comentó que “la transición y la movida madrileña son obviamente los núcleos de esa época”.
Y que los nacidos en los años cincuenta fuimos adolescentes en medio de una dictadura que nos unía en la Edad Media mientras que la psicoldelia nos catapultaba al futuro. Vivíamos sumergidos en el pánico atisbando el paraíso, entre la represión y la solidaridad. Somos un generación que buscaba la salida de sima siguiendo los rayos de luz que se filtraban desde el exterior para guiarnos hacia la libertad”.
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