Esta nueva novela es la consagración de una escritora que empezó su carrera tímidamente pero consiguió un gran éxito al poco tiempo que se vería refrendado por la película de "Palmeras en la nieve". “La novela es la historia de un amor imposible que marca y condiciona la vida de sus protagonistas”, explica la autora aragonesa en la entrevista que mantuvimos en el restaurante La Llarnada de Benasque ante unas inmejorables vistas a los Pirineos y al antiguo balneario que se avista en lontananza de manera minúscula como si un nido de águila se tratase.
“La idea surgió precisamente de los personajes de Julia y Jacobo de Palmeras en la nieve. Los lectores –que son legión- se fijaban mucho en su relación, lo que me llevó a pensar en el tema de hasta qué punto el primer amor de nuestra vida, o recuerdo, nos acompaña siempre en el corazón, independientemente del camino por el que transitemos”, cuenta la escritora con su fuerte acento aragonés.
Luz Gabás, fue alcaldesa de Benasque, justo en el tiempo de la publicación de su primera novela. Prefirió dejar sus responsabilidades políticas para dedicarse en exclusiva a la literatura y a la familia. “Soy una escritora con un horario escolar. Llevo a mis hijos al colegio y regreso a casa para ponerme a escribir”, nos desvela la escritora con una amplia sonrisa. “Tengo la gran suerte de vivir en un sitio apartado –Anciles, pedanía de Benasque-. Donde puedo escribir las historias que quiero contar y de la manera que quiero contar”, subraya.
También tiene la gran suerte de vivir cerca de unas, más que interesantes, bibliotecas, como la de Llanos del Hospital, donde hay gran cantidad de libros sobre los Pirineos y sobre los viajeros que estuvieron por estas tierras. “El romanticismo entró en España de la mano de los viajeros extranjeros pirineístas y agüistas que viajaron por aquí a mediados del siglo XIX”, señala Luz Gabás durante la conversación. La novela refleja precisamente cómo comenzó ese turismo de balneario, cómo comenzaron a urdirse las primeras casa de baños.
“Yo soy muy romántica. Me gusta el romanticismo tal y como lo describen los escritores románticos, Stoker, Shelley, Lord Byron o el español José de Espronceda. El romanticismo es una actitud de la vida y las montañas es el lugar ideal para el romanticismo”, expone la autora de Monzón. Para la autora de "Como fuego en el hielo", su nueva obra es “una novela de decisiones y de sentimientos”, decisiones que irán cambiando el devenir de los protagonistas. “En esta novela no hay fantasía”, afirma decidida y añade “un golpe de suerte trunca la vida de un protagonista al comienzo de la novela, algo muy romántico y desde ese momento mantengo un diálogo continuo con el lector para ver por dónde llevo a los personajes”.
Luz Gabás, además de romántica, se confiesa muy racional. El propio título de la novela juega con dos conceptos antagónicos, la lucha del fuego y el hielo. “Es como una metáfora entre la pasión y la razón de las decisiones de los protagonistas, en unos vence la pasión, en otros la razón y según eso se encaminarán hacia un sitio u otro”, nos desvela la escritora. Por eso, se decidió a situar la novela a mediados del siglo XIX, en el periodo entre 1843, cuando termina la regencia de Espartero, y 1868, cuando comienza el Sexenio Liberal o Democrático y que marca el final del romanticismo.
También, cree que el paisaje condiciona su forma de ser. “Aquí, los condiciones de vida son muy duras. Yo pertenezco a una familia de tenaces y a una tierra noble, elegante y grave, aunque también fría y dura”, describe con acierto. Eso ha hecho que el carácter del montañés sea duro y de ahí que no suelan hablar de sentimientos. Ella, precisamente, hace lo contrario.
“Quiero que el lector vea los paralelismos que hay entre el siglo XIX y los tiempos actuales. Las decisiones que se tomaban y toman en la capital afectan a las tierras más recónditas de estos valles escondidos”, apunta. Y pone un curioso ejemplo, “la carretera por la que llegamos a Benasque fue construida hace 100 años y en este tiempo no ha variado su trazado. Ahora parece que quieren arreglarla”, denuncia. En este tema la sale su vena política.
Sus novelas surgen de una idea inicial. “Una vez comienzo a escribir tengo que consultar muchos datos. Me gusta ser rigurosa en el aspecto histórico de la novela. Me hago muchas fichas para no incurrir en errores y me gusta ir de lo general a lo específico. Es más placentero documentarse que escribir. Para mí, escribir es muy costoso”, confiesa la autora de “Regreso a tu piel”, su segunda novela que trató un hecho histórico sobre brujería.
Sus títulos suelen ser algo contradictorios, “Como fuego en el hielo” es un buen ejemplo, ya que para Luz Gabás, “la vida es una contradicción y mis novelas lo reflejan. Yo no quiero adoctrinar al lector, quiero que elija y que no caiga en los consabidos tópicos”, refiere. Quizá por eso haya escogido el siglo XIX. “Es un siglo muy desconocido, donde sucedieron grandes acontecimientos y donde se produjeron grandes cambios en la sociedad españla”, señala.
“Con la novela he querido hacer un homenaje a las mujeres viajeras de mediados del siglo XIX. Mujeres románticas”, indica. Su novela es romántica en ese sentido, no en el ñoño al que nos tienen acostumbrados. “Utilizo recursos románticos, la novela comienza deliberadamente lenta, es una técnica de enganche y paulatinamente se va acelerando la acción”, concluye Luz Gabás, Así, la novela no puede dejar de leerse hasta la sorprendente conclusión.
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