Roberto Santiago sabe muy bien que las modas son cíclicas y lo que ahora está arriba dentro de poco puede estar abajo. A él le da lo mismo, es un escritor polivalente y de éxito. Las librerías españolas tienen sus estanterías repletas de sus libros infantiles de las series “Los futbolísimos” y “Los forasteros del tiempo”, entre otras. Pero el escritor no se queda ahí, en 2017 publicó el thriller “Ana” que relata algunas de sus experiencias personales con el juego. Fue llevada a la televisión como “Ama Tramel” y cosechó un gran éxito, tanto es así que tanto la serie como la novela fueron compradas en diferentes países. Como Roberto Santiago siempre se ha sentido atraído por el género negro; por eso, regresa a él con “La rebelión de los buenos”, una novela donde las farmacéuticas están en el epicentro de la trama y ¡eso que la escribió antes de la pandemia! Si lo hubiese hecho después, estoy seguro que hubiese cargado aún más las tintas sobre esa depredadora industria que manipula gobiernos e instituciones internacionales a su antojo. El escritor desafía el poder de los amos del mundo con una trama absorbente y yo diría que bastante veraz que va más allá de lo que imaginamos. La cita con la que empieza la novela es acertadísima: “para que el mal triunfe solo es necesario que los buenos no hagan nada”, la autoría es del filósofo y político Edmund Burke. Precisamente ahora que nos faltan filósofos y políticos de calado. Demasiados pensadores nadando en el mar de la mediocridad y demasiadas personas comulgando con ruedas de molino. Para el autor, esos buenos a los que dedica el libro deben actuar para impedir el triunfo del mal y están representados en la novela por un heterogéneo grupo de abogados/detectives que se enfrentan a una poderosa multinacional farmacéutica. El bufete/agencia de detectives lo componen Jeremías Abi; su segunda y sucesora, Trinidad Bardot; su imprescindible mano derecha, Dolores; los abogados junior Ana María y Jon; y Romano, un chiquillo recogido de la calle. No son unos personajes buenos, simples, blandos o de una pieza. Al contrario, son personajes complejos, llenos de contradicciones y, desde luego, bastante duros. En palabras del autor, “He pasado casi 6 años documentándome para escribir esta novela coral donde realmente no hay ningún personaje verdaderamente bueno y en la que el protagonista decide dar un paso y enfrentar una cruzada no solo contra una corporación farmacéutica sino contra el sistema. Es una novela negra cuyo título alude a ese hartazgo que tiene una gran parte de la sociedad y he intentado hacer una profunda reflexión sobre lo que es la bondad. Como decía el escritor francés Simenon, para mí el maestro de la novela negra, hacer el bien también está muy mal visto”. “Los temas que me gustan tratar en mis novelas son los universales”Puede que hacer el bien esté mal visto, como algunos ven mal que los escritores se hagan con determinados premios literarios. Eso no es otra cosa que envidia y Roberto Santiago está por encima de todo eso. “Estoy muy feliz con toda mi trayectoria literaria, pero en especial de esta última novela. Ganar el premio me ha llenado de dicha. Tengo que reconocer que la idea de presentar la novela al premio se me ocurrió cuando Maxim Huertas ganó el premio. Y, ¿por qué no lo intento yo?, pensé y aquí estoy tan feliz con el galardón”, nos cuenta el autor madrileño.
“Los temas que me gustan tratar en mis novelas son los universales, tanto en las novelas de adultos como las que escribo para el público infantil, a los niños les encanta que hable de todo tipo de temas. Los adultos se decantan más por el enfoque y por el estilo. Todo es literatura”, expone con precisión el escritor que ha dedicado mucho trabajo a su nueva novela. “He pretendido hacer una novela muy dura y diferente. Una novela negra en toda su crudeza que incluye algunas vivencias personales, cuando haces esto terminas bastante tocado”, reconoce Roberto Santiago. El escritor señala que “soy lector de novela policiaca y negra, por eso quería llegar como escritor a este género. Creo que me he estado preparando para ello desde siempre”. En “La rebelión de los buenos”, ha incluido algunos hechos reales muy actuales. “El incluir este tipo de acontecimientos da más interés a la novela y hay que señalar que la novela negra siempre ha tenido el marchamo de denuncia social. Muchos lectores tienen una especial sensibilidad hacia este tema”, sostiene. Roberto Santiago cuando escribe siempre tiene muy presente las emociones de sus personajes. Combina a la perfección la intriga con la acción y le gusta escribir, al igual que a los grandes de la novela negra, en primera persona, en esta ocasión como Jeremías Abi el dueño del bufete que se verá inmerso en una trepidante trama teniendo a las farmacéuticas como protagonistas. Una novela que nos pone frente a los abusos de poder de ciertas multinacionales. ¿Se la va a perder? Puedes comprar el libro en:
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