Ha habido muy pocos grupos de rock tan personales y emocionantes como Extremoduro. Roberto Iniesta, "Robe", su fundador y emblema, acuñó la expresión "rock trangresivo" para definir el tipo de música que hacían, caraterizada por la unión de una poesía de fiera visceralidad, sin parangón en el ámbito de la canción popular, y unas estructuras musicales que se rebelaron contra las fórmulas al uso. Pese a ser ignorados durante años por los grandes medios de comunicación, su discurso sedujo a miles de personas de distintas generaciones y estratos sociales, por este aspecto único, profundo y poético, del que hacian despliegue tanto en los albumes como en las actuaciones en directo, llenas de éxtasis verbal y musical. Quizá una de la mayores expresiones de esta concepción de la música y el lenguaje como vehículos de la máxima expresión humana sea su disco "La ley innata", que carga en sus letras con un imaginario potente que trata de exprimir, como en todas sus canciones, esa lúgubre, dulce y cruda realidad a partes iguales que todos observamos en las visicitudes e incongruencias en las que consiste ser humano. Por esto y mucho más se convirtieron en y son un fenómeno cultural digno de estudio que ha conseguido dar cobijo en el dolor y en la potencia de sus letras a incontables fieles. Porque Extremoduro, sí, es casi como una religión que no deja indiferente a nadie.
Considerado por muchos críticos y colegas el mejor grupo español de todos los tiempos, su nombre sigue teniendo tintes de leyenda. Algo a lo que contribuyó sobremanera la honestidad profesional del tándem formado por Robe e Iñaki "Uoho" Antón. Puesto que Extremoduro perteneció a esa reducida estirpe de artistas que resiste a hacer concesiones de ningún tipo a la industria y el mercado, sosteniéndo como bandera y sello de identidad la independencia de crear por querer crear. Por expresar algo que quema bajo la piel y quiebra los dientes. En este libro, "Extremoduro de profundis", además de un exhaustivo recorrido por su trayectoria, desde sus durísimos inicios hasta su disolución en 2019, el autor, Javier Menéndez Flores, lleva a cabo un profundo análisis del mundo que se alza tras las demoledoras letras de la banda a través de una exposición y disección de sus letras, cargadas de "poesía y nitroglicerina" en todos y cada uno de sus resquicios, con ayuda de los componentes de la misma. En esta edición ampliada y revisada encontramos también que a la separación del grupo se le ha dedicado un cápitulo entero, nos sumergimos en la lectura de 150 páginas inéditas con nuevas declaraciones de los protagonistas y nuevas claves sobre el significado de las canciones. Por último, nos veremos sorprendidos gracias a la aportación de fotos nunca antes vistas del archivo personal de Iñaki "Uoho" Antón. Es, sin duda alguna, la biblia de los fans de Extremoduro y una de las vias de acercamiento y disfrute para saborear ese olor que nos embriaga cada vez que escuchamos esa voz partida y esa guitarra, dolida y luchadora, en cuanto empieza la autopsia del sentir en todas sus canciones.
Si quieres sumergirte más en el imaginario del grupo de rock español por excelencia, aquí te dejo "La ley innata" y el video promocional de "Extremoduro de profundis" en las siguientes imágenes:
Javier Menéndez Flores (Madrid, 1969), es escritor y periodista cultural. Ha cultivado: la novela con "Los desolados", "El adiós de los nuestros", "El hombre que no fui" (finalista del premio Rodolfo Walsh de la Semana Negra de Gijón 2018 escrita en colaboración con Melchor Miralles) y "Todos Nosotros" (Planeta, 2020; Booket, 2022, Premio Cartagena Negra de Novela 2021 y Premio Pop Eye al Mejor Libro de Ficción 2022); la entrevista con "Miénteme mientras me besas" y "Arte en vena"; el ensayo con "Grupos de leyenda" y "Madrid si fue una fiesta" (Libros Cúpula, 2021); y la biografía, género en el que destaca su trilogía sobre Joaquín Sabina: "Perdonen la tristeza" (Libros Cúpula, 2018), "Sabina en carne viva" y "No amanece jamás".
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