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José Ángel Mañas
José Ángel Mañas (Foto: cedida por la editorial)

José Ángel Mañas: “Numancia es un mito fundacional de la identidad peninsular”

Autor de “El Hispano”
domingo 10 de enero de 2021, 13:36h

Últimamente José Ángel Mañas va alternando las novelas históricas con las contemporáneas. Con su anterior trabajo “La última juerga”, la continuación de “Historias del Kronen” veinticinco años después, se alzó con el Premio Ateneo de Sevilla 2019. Ahora publica “El Hispano” una historia muy singular sobre el cerco de Numancia visto desde la perspectiva de un traidor arévaco que, al final, no lo es tanto.

El hispano
El hispano

Anteriormente, había publicado en Arzalia Ediciones la obra “Conquistadores de los imposible”, una novela histórica épica sobre los descubridores de América. Su nueva narración tiene mucho de esa épica hispana que tanto nos caracteriza, pero también de espionajes, traiciones y amores imposibles. En la entrevista, Mañas nos da algunas claves fundamentales sobre su apasionante nueva novela histórica.

Su último libro publicado, “El Hispano”, es una novela histórica. En el libro cuenta cómo llegaron hasta usted varias cartas que el arqueólogo alemán Adolf Schulten había dirigido a Eduardo Saavedra y Moragas y que estaban en posesión de su padre. ¿Fue ese el desencadenante para escribir la novela?

Uno en una ficción busca siempre potenciar el vínculo con la historia. Es cierto que mi padre escribió un libro sobre Saavedra y que en casa, en las conversaciones familiares, oí bastante a menudo, durante una época, hablar de don Eduardo, de Schulten y de Numancia. Los he tenido siempre muy presentes y cuando discutí con Ricardo Artola sobre cuál podría ser mi siguiente novela histórica los dos estuvimos de acuerdo en que Roma siempre atrae y, dentro de la historia romana, yo tuve claro que quería escribir sobre Numancia. Las cartas entre Saavedra y Schulten es un atrezzo literario que sirve para entrar en materia.

Han transcurridos más de 2150 años desde la destrucción de Numancia. ¿Sigue teniendo vigencia hoy en día la defensa de los arévacos como para dedicarlos un libro?

Numancia es un mito fundacional de la identidad peninsular. Todavía hoy hablamos de una “defensa numantina” y admiramos lo sucedido. Fue la población que le opuso más resistencia a Roma y los propios romanos consideraban muy importante la guerra de Numancia. No obstante, no hay tanta literatura española sobre este asunto. Está la obra de teatro de Cervantes, algunos poemas de Cirlot, la novela que ha escrito José Luis Corral… Pero tampoco tanto, vista la importancia sentimental de lo sucedido. Si lo comparamos con cómo explota Francia el mito de Vercingétorix y el universo de Astérix el galo, me parece que los arévacos siguen siendo unos grandes desconocidos que merecen no uno sino muchos libros.

¿Ha manejado fuentes como las de Polibio en la novela? ¿Ha utilizado otras?

Apiano de Alejandría, Cicerón (El sueño de Escipión), Salustio (La guerra de Yugurta) y Floro son las principales fuentes. No hay mucho más. Pero luego lo complementa uno con Estrabón, Diodoro de Sicilia o, más tardío, Plutarco. Con los estudios históricos de Saavedra y sobre todo Schulten, con los catálogos que se han publicado al respecto, con documentación sobre la cultura celta irlandesa por una parte y sobre Roma por otro, con ficciones que se han inspirado en Numancia y más o menos se hace uno una idea de lo que pudo ser el asedio. Y ya sobre eso hay que novelar, claro. Esto ante todo es una ficción.

¿Qué similitudes y diferencias hay con la destrucción de Cartago?

La voluntad previa de arrasar la ciudad, el ser ambos los últimos escollos para el gobierno univesal de Roma y el tener por principal protagonista romano a Escipión Emiliano son las grandes similitudes. Las diferencias tienen que ver con la mayor importancia de Cartago. Cartago fue el gran rival secular de Roma, aquel que pudo prevalecer en la historia de haber tomado Anibal Roma en su día. Numancia nunca llegó a ser un rival comparable. Más de cien años duró el conflicto con Cartago; la guerra de Numancia, veinte.

Los Escipiones participaron en ambas tomas de las ciudades. ¿Por qué utilizaron una táctica tan lenta y pasiva en Numancia?

Escipión Emiliano tenía poco apoyo económico. Apenas trajo cuatro mil soldados fieles de Roma. El resto eran las cohortes desorganizadas que encontró en la costa tarraconense, en las que no confiaba. Los arévacos ya habían derrotado previamente a los romanos y Escipión no quería arriesgarse. Prefirió ir a lo seguro: asedio por hambre, y acabemos de una vez con la historia. La circunvallatio era una táctica recurrente del ejército romano. Era también una táctica conservadora, que correspondía al temperamento prudente de Escipión.

Aunque ganaron los romanos, el botín fue mísero. ¿Tuvo la victoria un sabor amargo?

No creo que esperasen un gran botín. Querían acabar de una vez por todas con ese conflicto que era como el grano de arena en el zapato del incipiente imperio romano, nada más. Y marcar un precedente a modo de aviso para navegantes. Yo supongo que Escipión regresó a casa con la sensación de haber cumplido con su trabajo. Así por lo menos es como he imaginado yo su regreso.

“El divide y vencerás está basado, en el fondo, en la traición de una parte del enemigo”

El protagonista Idris, sin hacer spoiler, participó en la muerte del lusitano Viriato. Roma era especialista en enfrentar a los pueblos y conseguir traiciones. ¿Fue sólo en Hispania donde utilizaron dicha táctica?

Yo diría que no es algo típico de Roma sino de cualquier poder imperial el aprovechar todos los recursos a su disposición para vencer. No hace falta leer a Maquiavelo para entender que la guerra es raramente un asunto moral. Habría que dar un repaso a Tito Livo para ver cuántas veces Roma se impuso comprando traidores. Así, en nuestro periodo se me ocurre que el apoyo de Numidia a Roma durante la Segunda Guerra Púnica fue una traición a Cartago. El divide y vencerás está basado, en el fondo, en la traición de una parte del enemigo.

¿En los pueblos iberos era moneda corriente dichas traiciones?

Es algo universal. En los doscientos años que duró la conquista de la península Ibérica, Roma incorporó muy pronto auxiliares de la propia zona, con lo cual ya en la guerra de Numancia había auxiliares arévacos luchando en contra de los numantinos.

Las ciudades aliadas de Numancia no quisieron reforzar las defensas de la ciudad. ¿Creían que la romanización era inevitable?

Tuvieron miedo. Es lógico. Escipión amenazó con arrasar a todo aquel que apoyara a Numancia. La insistencia de los romanos, pese a las derrotas sufridas, debió deprimir a aquellas gentes. Volvían primavera tras primavera con nuevos reclutas de manera incansable.

O qué era mejor vivir de rodillas a morir.

Hombre, a vivir de rodillas lo hemos acabado llamando civilización. Si echamos la vista atrás, al final no resulta tan duro. La discusión de los Monthy Python en La vida de Brian es muy iluminadora a ese respecto. Cuando una potencia es superior a las fuerzas de uno lo normal es unirse a ella o someterse. Los numantinos en esto fueron excepción. Las demás ciudades supongo que fueron pragmáticas.

¿Qué motiva a un pueblo como el de Numancia a resistir hasta la muerte?

Falta de alternativas. Era o eso o ver destruida la ciudad y verse deportados todos como esclavos a Roma. Escipión no quiso ser magnánimo y les dejó poco o ningún margen para la negociación.

En la novela utiliza un narrador en tercera persona, que en ocasiones se hace muy presente, y en otras uno omnisciente que conoce todo lo que sucede. ¿Por qué se decantó en utilizar esa doble voz narrativa?

Para poder seguir a Idris como protagonista pero también asistir a escenas importantes en el pasado –especialmente las que conciernen a Escipión- que Idris no podía conocer. El punto de vista de Polibio me parecía que podía darme esa versatilidad, entre lo histórico y lo narrativo, que buscaba. Él mismo en su Historia habla de sí mismo en tercera persona pero luego en los prólogos usa la primera, si no recuerdo mal.

La guerra de Numancia es una prolongación de la política que se aplicó en Cartago

En algunos pasajes rompe la narración temporal con diversas analepsis. ¿Lo hace para que el lector tenga más información sobre las motivaciones de los protagonistas?

Sí, son los flashbacks a los que me refiero antes. En concreto, me parecía que el paralelismo con el asedio de Cartago era importante. La guerra de Numancia es una prolongación de la política que se aplicó en Cartago, en ambos casos se allanó el camino para el gobierno universal de Roma.

En la novela vemos que el papel de la mujer arévaca estaba muy subordinado al del hombre. ¿Cómo definiría ese papel? ¿Era una sociedad muy machista?

Yo tengo entendido, por lo que he leído, que los celtíberos eran sociedades patriarcales. El matriarcado, según Estrabón, es más al norte, con los cántabros, y es posible (hablo otra vez de memoria) que también se refirieran casos en Galicia.

La infancia de Idris le marca muy profundamente. La muerte de la madre en el parto, la falta de cariño del padre y su posterior incomprensión fueron los elementos que forjaron su carácter. ¿Por qué se decantó en hacerle el protagonista de la novela?

Buscaba una conexión emocional con la historia de Numancia. Me pareció que alguien expulsado de su ciudad que regresa a ella en el momento en el que esta va a ser destruida con muchas cuentas que saldar era un buen punto de vista. Hay una frase al principio de la novela que resume el periplo de Idris: el niño que no sea abrazado por su tribu, cuando sea adulto quemará la aldea para poder sentir su calor. Todos necesitamos ser queridos por nuestro padre. Me parece que era la perspectiva más potente.

¿Qué personajes le resultaron especialmente atractivos?

Polibio me gustó mucho. No lo conocía como historiador y me he encariñado con él. Yugurta es un tipejo que tiene también mucho interés. Cumple un rol secundario en el cerco de Numancia, pero luego se convertirá en el “gran corruptor de Roma” y en el principal enemigo de la República. Retógenes es un personaje muy entrañable, también. El cómo burló el cerco es absolutamente increíble e histórico. En cuanto a la ficción, estoy enamorado tanto de Aunia como de Kara, de las dos. Creo que se nota…

Su anterior novela fue “La última juerga”. ¿Cómo puede desconectar de una historia tan actual y escribir después una novela histórica?

Últimamente alterno realismo y género histórico. Pero mantengo siempre un prisma historizante. Para mí es como pasar de la historia contemporánea a la historia no tan contemporánea, nada más. Los directores de cine también lo hacen y no nos choca que Ridley Scott pase de Blade Runner a Gladiateur. En realidad los escritores también lo han hecho siempre. Flaubert pasó de Madame Bovary a Salambó. Me gusta la versatilidad.

Novela actual, novela histórica, ensayo histórico o literario ¿En qué género disfruta más como autor?

Todos me gustan y todos te construyen como autor. Una no deja de aprender y yo tengo la suerte de estar teniendo una carrera larga. Cada vez me siento mejor escritor. Espero que se sienta.

¿Debemos esperar una próxima novela con Idris ya romanizado?

Me encantaría y estoy trabajando en ello.

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José Ángel Mañas en la Gran Vía madrileña antes de la nevada universal
José Ángel Mañas en la Gran Vía madrileña antes de la nevada universal (Foto: Asís Ayerbe)
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