Ayer se presentó en la Central de Callao la última obra de Soledad Puértolas, que lleva por título Mi amor en vano y que ha sido publicado por la editorial Anagrama. Este libro es un intenso recorrido emocional narrado desde el dolor donde cada uno de los personajes vive al límite y todos tienen algo que ocultan.
A Soledad Puértolas se le han ocurrido muchas de sus novelas esperando en el cocheMi amor en vano nos cuenta la historia de Esteban, un joven que sobrevive a un accidente de tráfico y que, a causa de ello, debe plantearse la vida de una forma nueva. Se desvincula de su vida anterior, abandonando la casa de sus padres para no inspirar compasión y para dejar atrás su pasado, y se va a vivir solo a un barrio distinto. En el nuevo contexto, el Centro de Rehabilitación al que acude diariamente será el principal referente para su nueva vida. Soledad Puértolas es una escritora a la que muchas novelas se le han ocurrido en el coche, más concretamente esperando para entrar en la carretera de La Coruña por Aravaca. Todos sus libros se le han ocurrido en tránsito, mientras estaba moviéndose. En este caso, la novela se le ha ocurrido también en tránsito pero nadando. La idea del dolor y la enfermedad y de una vida inesperada se le ocurrió al observar a todos los usuarios de la piscina que iban por un problema físico a sus sesiones de hidrocinesiterapia. Los vínculos que surgen entre todas estas personas doloridas le incitó a indagar en el tema del dolor y enfocarlo en una novela. A su vez, quiso llevar el dolor a un límite mayor, no una mujer o un hombre ya mayores con dolores corporales como los provocados por una fibromialgia, por lo que centró su obra en un joven con una limitación muy fuerte y así poder profundizar en el tema con un abordaje más interesante. Así, estamos ante una novela contada desde una voz de hombre, aunque a veces este hombre que es el narrador nos relata los hechos desde el punto de vista de las mujeres que interaccionan con él y le cuentan sus experiencias. Le surgió ese personaje masculino como idea para esta novela aunque Soledad Puértolas no tenga ni idea de cómo son los hombres y las mujeres en realidad, pero lo que sí sabe es que ha creado (y de una manera fabulosa) a un personaje atribulado y dolorido que quiere aferrarse a la vida y para transmitirnos esto no es necesario para ella indagar en la psicología masculina o femenina. Mi amor en vano también es una novela con muchos personajes e historias que confluyen. Aunque Soledad no partió de ninguna estructura ni plan preestablecido para dar forma a su novela, ha logrado construirla a partir del escenario, algo que para ella va antes que los personajes, ya que sin el escenario no tenemos a los personajes. Cuando ella visualizó la casa de Esteban, vio en ella un escenario muy poderoso que, junto con el centro de rehabilitación (que es lo que une a todos los personajes) podría ser la ambientación de su novela. Después vino su personaje protagonista, pero poco a poco va siendo desplazado del centro de la novela para dar paso a los secundarios, quienes realmente sostienen los flecos de la vida que no se cuentan y son el gran pilar que sustenta la obra, son tan necesarios para la novela que a Soledad le llegan a fascinar más que los principales, por lo que ella dice que es una novela en la que todos los personajes son protagonistas y prácticamente no hay secundarios, ya que cada uno de ellos tiene un mundo muy poderoso al que la escritora ha intentado hacer caso para ir a su verdadera identidad y darles forma. A su vez, Mi amor en vano es una novela de amores, desde amores platónicos de una adolescente que se enamora de una voz hasta amores obsesivos o pegados a lo físico, pasando por amores más experimentados y teóricos y amores de los que no podemos obviar la parte vanidosa o frustración del deseo. Esteban no puede renunciar al amor aún con sus limitaciones, ya que está en el momento de su vida en el que el amor significa todo. Por otra parte, Dayana sería algo así como su opuesto o, mejor dicho, como su complementario, ya que es una mujer con gran experiencia en cuestiones de amor, que ha sufrido infidelidades e historias fugaces y que tiene la necesidad de rememorar sus historias de amor. Además, es una mujer con una gran capacidad de seducción y reúne unas cualidades que la convierten en una mujer que siempre quiere conquistar y desplegar sus encantos. Por otro lado, esta novela reflexiona sobre lo que se dice y lo que se calla. En este caso, se diferencia lo que dicen los personajes, lo que nos cuenta Esteban que le contaron o lo que pasó en realidad. ¿Hasta dónde llega cada historia? La tensión entre contar y callar es una de las claves de los mundos que Soledad crea en sus novelas: en la vida las personas no muestran todo a todo el mundo, se muestran a fragmentos y con ocultaciones y lo que se oculta es importantísimo, algo que está perfectamente claro en esta novela, ya que el narrador sabe instintivamente, sin actos de reflexión, lo que no nos quiere decir y aplica un filtro que está presente en toda la narración. La idea del secreto es clave. En definitiva, en este nuevo reto literario, Soledad Puértolas ahonda en un universo que siempre le ha interesado: la emoción, la pasión que nos mueve a los seres humanos, el anhelo de encontrar algo que dé sentido a todo, la lucha contra la amargura y el fracaso, la sed de belleza, la ilusión del amor.
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