España se ha convertido en el escenario por excelencia de la novela negra superando ya a los países nórdicos. Tanta corrupción, tantos crímenes sin resolver, tanta impunidad política y, ahora, tanta pandemia están dejando un país de posguerra… vírica, casi apocalíptico. Por eso, el florecimiento de este género que está demostrando tener una salud de hierro desde hace ya unos años. Quizá por ello, el lector español encuentre este género como su favorito ya que al haber estado tanto tiempo aislado quiere dejar vagar su imaginación y evadirse con estas obras.