¿Cuál es la diferencia entre vivir hoy en Dinamarca o en Siria? Efectivamente, la política. El primero es un país con un sistema democrático en el mejor sentido, el de la adaptabilidad. El otro es un Estado fallido. La diferencia es el bienestar o la guerra, la vida o la muerte. Lo dice David Runciman y lo demuestra su libro: la política importa. Más que nunca, importa y dirige nuestras vidas, economías y culturas.