La belleza no es sino el nacimiento de lo terrible
"Las Elegías de Duino" figuran entre los poemas más bellos y más profundos que la literatura nos haya podido legar. Son un pasaje entre el mundo invisible y el visible. Una exploración por los desfiladeros donde lo terrible anida. Una meditación sobre la tierra diáfana y oculta de los muertos. Una revelación sobre lo efímero y lo indestructible de la vida. Una celebración de la tierra y de todas las cosas que la habitan. Un diálogo entre el hombre y el ángel. Uno de los escalones más altos a los que hemos llegado para alcanzar nuestra completa humanidad. «Una tormenta sin nombre, un huracán del espíritu», así las definió Rainer Maria Rilke.