Ediciones Carena, 2024
Siempre que el lector se acerca a la obra de Francisco Morales Lomas, profunda, sugerente, reflexiva, inquieta y de extraordinaria calidad, la sensación de gratitud se repite. Morales Lomas, ya lo hemos señalado, es un hombre de letras en toda regla y, contra la norma común, es también un humanista en su texto y solidario en su contexto. En este sentido, se enmarca su dramaturgia, ese “teatro caníbal” que se refunde en una época imprevisible y ciertamente deshumanizada, de inmediatez y de prodigio, con las grandes preocupaciones sociales, históricas, culturales de la humanidad sin resolver, acaso incluso, agravadas. Queda hueco para la esperanza, pues el asunto viene de lejos.