En conversación con la autora, nos adelanta: “En mi obra de teatro rescato a una Emilia Pardo Bazán en un diálogo con su personaje, una marquesa pizpireta que tiene un desliz amoroso voluntario y consentido en la Pradera de San Isidro que dice “lo que pasa es que me gusta… me gusta… en viéndole, acabose, me perdí”. Una puesta en escena a la voluntad de la mujer para realizar su deseo físico en 1889, en una representación de doña Emilia que escribe su novela Insolación donde el sol y sus efectos son los elementos detonantes de las veleidades de su personaje Francisca Asís, marquesa viuda de Andrade.”