Sáez es doctora (sección Historia del Arte) y una de las mejores especialistas internacionales en el conde de Lemos, con reconocido prestigio en el medio cultural napolitano. Estará en Alcázar de San Juan el sábado 26 de octubre.
El Quijote de Cervantes es el libro más traducido después de la Biblia, consta de dos partes, la primera publicada en 1605, titulada El Ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, fue un éxito de ventas y de aceptación por parte del público y que sólo en su primer año de vida tuvieron que estamparse seis ediciones en castellano. También a nivel europeo alcanzó gran repercusión traduciéndose de forma inmediata al inglés en 1612 (Edición de Thomas Shelton) y al francés en 1614 (edición de Cesar Oudin). De todas formas, en nuestro país sus seis ediciones supusieron un éxito relativo, no siendo el best seller de la época, gozando de ese honor El Guzmán de Alfarache, obra publicada en 1599, escrita por Mateo Alemán y de la que se imprimieron nada menos que veinte reediciones en sus primeros cinco años de vida.
La Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan hace un llamamiento a la despolitización de la cultura, lo que más le interesa a nuestra ciudad es mantener su arraigada tradición cervantina que ya viene de siglos.
No ha muchas semanas que, viendo yo un partido de fútbol en la televisión, oí cómo el comentarista calificó de “inaudito” un gol de libre-directo ejecutado por un exquisito jugador argentino. El tal había lanzado maliciosamente el balón por debajo de la barrera y ajustado a la base del poste: no por arriba y al ángulo superior, como en él es habitual. Así que cuando oí “inaudito en él” pensé que el comentarista quiso decir “inédito en él”, y lo justifiqué diciéndome que a un exfutbolista no podía exigírsele el habla de un académico. Además, los hablantes de una lengua solemos hacer diabluras con ella, y en ocasiones el uso común sale vencedor frente a la etimología (para desesperación de los puristas).
|
En este mes de septiembre de 2019 la Sociedad Cervantina de Alcázar ha conseguido alcanzar la cifra de 5000 seguidores en Facebook, la red social (que junto con Instagram) mantiene en constante actualización la asociación cultural, dando cuenta a través de ella de todas sus acciones, artículos que hace públicos, o los eventos que organiza y también en los que participa.
Nuevos documentos aparecidos recientemente apuntan a que nuestro primer escritor -así lo denominó Juan Goytisolo- pudo trabajar como agente comercial a sueldo o comisión
Para relacionar a Miguel de Cervantes con el mundo del vino, en el que podría haber sido introducido de la mano de su amigo Simón Hernández, del que recordemos apadrinó junto con su mujer Catalina de Salazar, a su hijo Juan en Esquivias y con quien pudo viajar a la Mancha en su negocio de compra venta de vinos y especialmente visitaría El Toboso para adquirir tinajas que en esta villa se fabricaban con gran fama, con el fin de destinarlas al almacenamiento del preciado caldo, basta remitirnos al artículo «El ilustrísimo vino de Cervantes» de Alonso M. Cobo publicado entre otros medios por Todoliteratura, o en LaManchaWines.
Una inscripción de 1618, existente en Alcázar de San Juan, sirve de base para recordar un episodio de la vida de Miguel de Cervantes
En el lienzo norte, el orientado hacia la Plaza de Palacio, del Torreón del Gran Prior de Alcázar de San Juan se conserva un documento epigráfico singular. Se trata de una inscripción en piedra que conmemora el impulso constructivo del entonces Gran Prior de la Orden de San Juan, el Príncipe Emmanuel Filiberto de Saboya. Está situado bajo el escudo de los Austrias y sobre la ventana cuadrada de la planta baja.
Por Alonso M Cobo
Miguel de Cervantes Saavedra era un gran entendido en vinos, muestra de ello son las numerosas citas que de esta bebida encontramos en sus obras, además de varias de ellas en el Quijote, también habla del vino en El Coloquio de los Perros, cuando decía «ahora salta por el licor de Esquivias famoso a la par del de Ciudad Real, San Martín y Ribadavia».
|