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reseña de teatro

IX Festival Essencia de la Teatralidad de Cuarta Pared
12/07/2023@04:55:03

Me cuelo no solo como espectador, también como parte integrante de estos “freelancers”, pero yo estoy en el departamento sin cristales de al lado. Los oigo discutir, jugar, plantearse, protestar, recordar, emprender, comunicarse, no entenderse, repetirse, grabarse, espiarse, odiarse, despreciarse, quererse.

IX Festival Essencia de la Teatralidad

Con ellos no se pueden hacer planes. Llegan, sienten, proponen, te pillan desprevenido, van a su aire. Pero les caracteriza que no quieren hacer ruido. Sí ser escuchados.

Cada uno entiende las cosas de una manera distinta. Hay a quien le duele y no lo soporta y quien llora sin dolor, hay quien prefiere no saber la verdad y otros que no les importa vivir en la mentira. Hay quien se hace fuerte con sus sentires y sus ideas y quien necesita que lo consuelen constantemente para poder resistir los envites de la vida.

Si hoy en día aún es difícil mostrar abiertamente que la tendencia sexual no es la comúnmente aceptada por cuestiones religiosas, políticas y sociales, imagínense ustedes hace ciento diez años.

Deja que hablen, que piensen que estás enferma, que escriban, que se interesen, que sumen, que saquen conclusiones, que crean aunque sea mentira,. mientras nos dé fama, dinero, mientras nos conozcan, mientras sirva para nuestros intereses.

"Cuéntame un cuento y verás qué contento me voy a la cama y tengo lindos sueños", dice la canción de Celtas Cortos.

Nacer, crecer y morirse (o no). Crecen las manos, crecen las piernas, crece el cuerpo, crece la ansiedad, crecen los problemas, crecen las ilusiones.

A veces creo que no nos estamos dando cuenta de cómo va cambiando la sociedad, las relaciones entre personas, los contratos laborales, la forma de enfrentarse al mundo.

Se inaugura el Festival de la Teatralidad Essencia de La Cuarta Pared, en su IX edición, con A un pájaro rojo, de Sofía Comas, compositora, cantante y performer.

Todos queremos tocar la luna en alguna ocasión de nuestra vida. Esa luna blanca o amarilla que preside nuestras noches, nuestros sueños, nuestras huidas.

Lo que parece una clínica de fertilidad, en realidad es una jaula. Es una trampa. Es una falsa apariencia, el colmo de la estafa. Es ilusoria la estancia allí de mujeres que buscan quedarse embarazadas.

"Dormi sepolto". De repente, el silencio habla. Las pinturas de Goya hablan. La novela de Susan Sontag, "Ante el dolor de los demás", grita. "Los desastres de la guerra", jamás han dejado de chillar.

"Solo sé que no sé nada". Platón dijo que esto lo había dicho Sócrates, que nunca escribió media palabra. Y hay que creer a Platón porque lo dejó escrito. Y lo que se deja por escrito tiene más visos de ser verdad, aunque sea mentira.

Fechas, hablamos de fechas. Desde 1975 en Nueva York, en un salto hacia atrás, a París, en 1941 y los años previos a la II Guerra Mundial.

Hay unos cuadrados blancos en el escenario. Dispuestos para que se desarrolle una supuesta acción, aparezcan unos personajes y ocurran unos hechos determinados. Se supone que eso es el teatro.