Dos entes y un destino
20/01/2025@16:16:00
Podría decir que se apagan las luces, pero las luces ya estaban apagadas para Diana, siempre sumisa, siempre dispuesta, siempre acatando órdenes, sugerencias, desplantes, desprecios, siempre siendo la última, un cero a la izquierda.
Una noticia no esperada
Algo cambia en el concepto de las relaciones cuando se descubre un secreto. Surge un impulso de querer saber más, de ahondar en el pasado, de preguntar por qué no se supo nada antes y, entonces, uno se arroja a las dudas, a cuestionarse de dónde procede y en qué medida le afecta, a plantearse si las cosas hubieran sido de otra manera.
Celebremos
No es necesario ser un niño para pasárselo de Farra en el teatro. No importa ser un adulto para estar de Farra en el teatro. Tampoco es de obligado cumplimiento tener algo que celebrar para celebrar algo, valga la redundancia.
El niño que llevamos dentro
El desierto. Un avión queda estropeado en medio de las dunas, en medio de la nada más absoluta. Y su piloto, Antoine de Saint-Exupéry, cree sufrir varios espejismos. De ahí surge una de las novelas más leídas y traducida del francés de todos los tiempos. El principito. Y desde 1943 en que se publicó no ha dejado de editarse, de venderse, de expandirse.
Por dónde empezar
Nos pasamos los años, la vida, este transitar en el mundo terrenal, queriendo ser algo, haciendo siempre cosas, contándonos historias, acumulando experiencias, aprendiendo para después olvidarnos, trabajando y volviendo a trabajar con el sudor de nuestra frente y nuestras axilas, imaginando situaciones idílicas, jugando a la lotería, soñando y teniendo pesadillas, maquillados, entrampados, corrompidos, falseando el sosiego familiar, aparentando lo que no somos, mintiendo, controlando y dejando que nos manipulen, mirando a un horizonte que no existe, disimulando ante los demás, engañándonos a nosotros mismos, entre luces y sombras, intentando esquivar a la muerte, cuando eso es imposible.
Vuelo en blanco de palabras
Más allá de la vida, del borde de la existencia, en un columpio en el que también se puede navegar y subir alto, por mucho que nos encajonen en féretros y, lo que es peor, en el olvido, en el ostracismo, en la ocultación.
Un estigma que queda para siempre
Hay veces que hay que esperar casi toda una vida para encontrar nuestro sitio y, también, poner en el sitio adecuado a otros. Es necesario curar heridas o, al menos, mostrar las cicatrices sin complejos porque ya hemos superado aquellas etapas en las que, principalmente, otros nos hicieron sufrir. Superado es un eufemismo, porque ese estigma queda para siempre.
Las manos hablan, los pies hablan
“Todo lo cría la tierra”, con esta canción y la voz impresionante de Chelo Pantoja se inicia el espectáculo de cante, baile, guitarra, pasión, sentimiento… donde lo distante se acerca, donde se da color a la existencia, a la emoción, al recuerdo.
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Involucrarse
Un país como El Salvador necesita que lo salven. De la inflación, de la violencia, del desempleo, de la desigualdad, de la pobreza, del crimen, de las pandillas.
Libros
Libros. Palabras, letras. La literatura sin parafernalias que emana del interior de cada persona y llega, y trasciende, y se hace nuestra.
No habrá milagro
Del verdadero significado de las cosas, de la vida y de la muerte, de lo oculto y lo evidente, de lo secreto y de lo público.
Después de la muerte hay otras muertes
Es de noche. Son las 12 en punto, la hora de las brujas y los difuntos y los fantasmas, y los ruidos desconocidos y de las campanas de iglesias lejanas. Es la hora de la ventisca, de la niebla, del aullido del lobo, de las sombras que acechan.
El compañero del alma
Miguel Hernández, el sueño de un poeta es un recorrido por la vida y la obra del poeta en una trayectoria poética y musical que va desde que nace hasta su muerte y llega, en su legado y en su memoria, hasta nuestros días.
Inquieta en su tumba
Hay personajes que se niegan a desaparecer, aunque no hayan tenido una vida excesivamente conocida, mediática o influyente. O también porque, sencillamente, la historia se ha encargado, durante siglos, de ocultarlas, que no supiésemos de ellas, y más tratándose de mujeres empoderadas, con las ideas claras, con la personalidad suficiente para equipararse a los hombres e, incluso, superarlos.
El temor, el miedo, la falta de voluntad
Cada uno tiene su recorrido vital, profesional y personal, que le caracteriza durante años, quizás siempre. Es reconocido por sus ideas inquebrantables, por su ideología y su pensamiento ético o filosófico, por sus acciones coherentes e intachable sentido del pundonor.
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