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Rafael Balanzá

11/11/2021@07:00:00

Uno de los títulos más sucintamente ajustados al contenido de la obra es, sin ninguna duda, el de la implacable novela de Coetzee. Dedicaré este artículo a un asunto que ya ha aflorado en entregas anteriores, de modo explícito o en filigrana, y que consigno ahora en forma de pregunta directa: ¿Debería seguir siendo en el futuro, como parece haberlo sido en el pasado, misión principal de la literatura la de reflejar los aspectos más problemáticos, sórdidos o desagradables de nuestra experiencia? Es decir, ¿debe la literatura, sobre todo y ante todo, reflejar la desgracia?

El título del presente artículo amalgama los de sendos ensayos relevantes de nuestra reciente literatura, “dignidad” de Javier Gomá y “Las armas y las letras” de Andrés Trapiello. El primero de estos libros plantea una aproximación al concepto de dignidad en el contexto de la civilización occidental, para a continuación ocuparse de su relación con la cultura y, por último, abordar su dimensión pública, y especialmente la conquista de la dignidad nacional española, gracias a una transición, ejemplar según el autor, que permitió a nuestro país ingresar como socio de pleno derecho en el selecto club de las democracias liberales.

Prefacio Kundera
Extrañamente, no había leído todavía una de las obras tempranas de Milan Kundera: “El libro de la risa y el olvido”. Acabo de hacerlo con gran placer, creo que es una de sus mejores novelas. Podemos describirla, con toda justicia, como “novela de ideas”; esa clase de ficciones entreveradas de ensayo, generalmente en torno a una idea-eje (dos, en este caso) que inundan con un potente chorro de luz el escenario social en el que se desarrollan. Aquí se trata, principalmente, de la Checoslovaquia comunista, y los personajes que vemos en escena no son únicamente iluminados por fuera, sino que también podemos escudriñarlos hasta los huesos gracias al poderoso y humorístico aparato de rayos X que emplea el autor.

Revisando el otro día una entrevista que me hizo el veterano periodista de cultura Antonio Arco para La Verdad de Murcia, descubro, con no poco estupor, que ya hablaba yo de un virus muy peligroso en 2018. Bien es verdad que no me refería exactamente al Covid-19. “El mundo va a ser destruido por la estupidez, no por el mal”, rezaba el titular de aquella conversación impresa a doble página. También me refería, de paso, a otras amenazas para la especie humana, incluyendo la degradación de los ecosistemas y los desequilibrios de la economía y de la demografía. La ventaja de ser un cenizo es que uno corre un riesgo mucho menor de equivocarse que cualquier optimista. Aunque lo de la pandemia, en concreto, no puedo decir que lo viera venir, por mucho que el cine y algún magnate informático nos habían advertido sobre esta posibilidad.

Autor de "Los dioses carnívoros"

Rafael Balanzá es un escritor profundamente peculiar y original como demuestran sus libros. Con su novela “Los asesinos lentos” se hizo el Premio de Novela Café Gijón 2009, después siguieron “La noche hambrienta” y “Recado de un muerto”. Cuatro años de paréntesis han dado como resultado “Los dioses carnívoros”, una novela donde mezcla el terror psicológico con una trama criminal.

Los test de psicometría no pueden medir la inteligencia, pero miden bastante bien la estupidez; sobre todo la de sus más enfervorizados devotos. Sostienen los expertos que son predictivos del éxito académico, e incluso del laboral. Probablemente lo sean, pero la inteligencia es una mariposa muy difícil de atrapar con las redes de la mera eficacia o de la utilidad. No se trata de que esos test sean inútiles o falsos, ni mucho menos; se trata de que lo que cuantifican y evalúan son, en todo caso, las capacidades y aptitudes del cerebro en relación con objetivos específicos y tareas concretas.

Vengo colaborando en Todo Literatura con una serie de artículos sobre el mundo editorial y sus contornos. Dado el nombre de la revista, supongo que esto no requiere mayor explicación; si es que el sentido común -que era en tiempos de Descartes la cosa mejor repartida del mundo, y no los virus y la nieve como sucede estos días- nos asiste a mí y a mis conspicuos lectores.

El pasado mes de marzo conversé con Javier Gomá durante una hora y diez minutos en la Fundación Juan March de Madrid. El documento audiovisual que lo atestigua, del cual adjuntamos un link, ha recibido ya multitud de visitas.

"La realidad es misteriosa"

Rafael Balanzá acaba de publicar su tercera novela "Recado de un muerto", una obra que se mueve entre la novela negra y el thriller.