PLAZA DE GUIPÚZCOA
Yo creo que mucha gente miente, no dice lo que piensa o no dice la verdad. No te equivoques, son cosas distintas. Si mientes, tienes intención de engañar, y eso es pecado, que lo sepas. Como cuando Joe Biden dice que agradece la firmeza y unidad de Europa. Al yanqui le importa Europa lo mismo que a mí la Champions League. Cero pelotero.
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Eres un lector sagaz y adivinas de qué va el rollo. Aunque tal y como está el cotarro no necesitas a Sherlock Holmes ni al súper agente Carromero para descubrir la pólvora. Sobre todo la pólvora de fuego amigo que huele que apesta.
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En plena guerra fría, híbrida y eurovisiva, Putin ha ido a Pekín a inaugurar los juegos olímpicos de invierno y pedir ayuda a su colega Xi Jimping. Es apabullante la foto de los dos líderes más poderosos del mundo (Biden está ya p`al desguace) pasando revista a las tropas chinas (eso son tropas y no las del Congreso de los Diputados). Mirada al frente, paso marcial, mismo traje, misma camisa y corbata idéntica.
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Lo que me han traído los reyes ha sido incomprensión y quejas. Mira que he tenido columnas polémicas, pero ninguna tan criticada como la del martes pasado.
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De todas las palabras que he aprendido últimamente, “exponencial” es la que más me mola. Dices “exponencial” y te quedas como dios. Es un adjetivo poliédrico que vale para todo. Lo mismo para la subida del IPC, la incidencia acumulada o los ingresados en la UCI.
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Mis sueños se pueden hacer realidad. Si a Isabel Celaá, ex ministra de Educación de infausta memoria, en lugar de mandarla de vuelta a casa, la nombran embajadora en El Vaticano, yo un año de estos gano el Planeta.
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Soy contradictoria y bipolar. No me gustan los gabachos, pero me encanta la canción francesa. Dirás que es empalagosa y cursi. Vale, esa es mi contradicción.
PILDORAZO
Soy cañera y polémica y no cejo hasta darme el hostión. Discutir por discutir es una chorrada, ¡ojo! salvo que te paguen (matiz importante). Mira los profesionales grouchomarxistas de los medios, tienen sus principios, pero si a su jefe no le gustan, tienen otros. Ahora mismo, cualquier boticario te hace un informe a la carta y te da el coñazo impunemente.
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Empieza la tercera guerra mundial y yo estoy a punto de cambiar de coche. Después de ver los bombardeos en Kiev, no diré que voy a comprarme un carro de combate, pero me parece una frivolidad romperme los cuernos debatiendo la cilindrada y el color de la tapicería.
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Estoy obsesionada con el orden y la limpieza. Ni te imaginas con qué milimétrica precisión doblo el trapo de cocina y lo coloco en la barra del horno. Por no hablar de la vitro, resplandeciente la tengo. Si te asomas, te ves la cara como el espejo del alma. Pa`mí que son efectos colaterales post pandémicos.
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Le he cogido prestado el título de la columna a Yolanda Díaz. No diré que es mi musa, pero se ha ganado a pulso el echarla de comer aparte. La vice segunda del gobierno con sus renovadas mechas rubias y con un par de ovarios ha dicho que desde el Gobierno se están haciendo “cosas chulísimas” (sic).
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No creas que escribo lo primero que se me ocurre. Todos los días pasan cosas y los balances del año los carga el diablo. Sobre todo en tiempos de pandemia o como diría García Márquez “El amor en los tiempos del cólera”.
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Cuando la Vice Yolanda Díaz fue a visitar al Papa, pensé “Qué raro que no vaya Revilla en la comitiva con unas latitas de anchoas”. Lo que no tuve en cuenta fue el ego monstruoso del presidente cántabro que no acepta compartir protagonismo con nadie. Como diría la Pantoja “los focos a mi persona”. O sea, que no voy tan descaminada.
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La princesa Charlene está triste ¿Qué tendrá la princesa? Lo sabemos de sobra, tío. Este montaje tenía muy mala pinta desde el principio. Recuerda que el día anterior a su boda con Albertito de Mónaco, la princesita subió a un avión rumbo a Sudáfrica. Novia a la fuga. Fue una movida de la leche.
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Dice Bertín Osborne que los hombres se ponen más nerviosos que las mujeres en la primera cita. Supongo que no lo dirá por él. Tampoco tenemos datos para establecer si se refiere a la primera cita como la “primera vez”.
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