www.todoliteratura.es

pildorazo

PLAZA DE GUIPÚZCOA

23/05/2023@06:06:00
Me vas a agradecer esta columna. Ayer fue un lunes didáctico. Me lo he currado, pero mereces el esfuerzo recopilatorio que he hecho acerca de los pies. Ya es hora de darle al pie la importancia que tiene.

PLAZA DE GUIPÚZCOA

Nadie, ni siquiera Felipe de Borbón, imaginaba que aquella periodista intrépida y desenfadada, llamada Letizia, se convirtiera en una mujer tan vigoréxica, estilosa y sofisticada.

PLAZA DE GUIPÚZCOA

Te ponen la miel en los labios y te dejan a medias ¿Qué ha pasado con el Tito Berni? Qué más te da, dice Patxiló (cada día menos portavoz y más vocero del PSOE). Somos muy cotillas, tío. Pero hay cosas que no te crees. Yo me niego a creer que Meritxell Batet haya destruido las pruebas del "caso mediador" en el Congreso.

Me está cargando Letizia con tanta posturita. Dirás que lo medular es que cumpla sus obligaciones. Sí, pero a veces las formas importan más que el fondo. Por cierto, a ver si arreglamos esa bronca de enamorados con Felipe, que también va en el sueldo.

PLAZA DE GUIPUZCOA

Si escribiera el título de esta columna en inglés, sería otro nivel. Pero también te digo dos cositas: una, me debo a mi público y dos, no hablo inglés. Prefiero hablar solo un idioma con precisión y rigor.

PLAZA DE GUIPÚZCOA

Menos mal que me he dado cuenta a tiempo. Estoy entrando en bucle. Llevo tres columnas hablando del universo Preysler. Pero está vez está justificado. Lo último de Isabel es un bombazo. Se ha pillado un entrenador personal para ponerse a punto. Puedes pensar bien o mal. Bien, que tiene nuevo novio. Mal, que acaba de cumplir 72 castañas y le está viendo las orejas al lobo.

PLAZA DE GUIPÚZCOA

Está el cotarro tan volátil que no te puedes despistar. En un momento la “info” que manejas se va a tomar por saco. He pasado cinco días en Madrid, eso sí, desconectada y a mi bola y me lo he encontrado todo hecho unos zorros. Llegas a la estación de San Sebastián y crees que estás en Kiev.

PLAZA DE GUIPÚZCOA

Están pasando cosas rarísimas. Si no fuera porque hemos visto las luces de navidad colgando en las calles, parecerían las vacaciones de verano con las terrazas petadas de guiris bebiendo birras. Somos como esas gallinas enjauladas con las fluorescentes en la cresta que no paran de poner huevos.

PILDORAZO

Soy cañera y polémica y no cejo hasta darme el hostión. Discutir por discutir es una chorrada, ¡ojo! salvo que te paguen (matiz importante). Mira los profesionales grouchomarxistas de los medios, tienen sus principios, pero si a su jefe no le gustan, tienen otros. Ahora mismo, cualquier boticario te hace un informe a la carta y te da el coñazo impunemente.

PLAZA DE GUIPÚZCOA

No puedo ocultar el cabreo que me he pillado con la coronación de Carlos III. El grotesco ceremonial ha superado todas mis expectativas. Mejor si los Windsor estuvieran calladitos. Para que te quejes del emérito, tío. Soy poco servil con las dinastías y los linajes.

Me parece genial que traigan a San Sebastián uno de los seis ordenadores cuánticos más fabulosos del mundo. Urkullu, que es un político voluntarista (qué miedo) dice que es una gran inversión de futuro para Euskadi. Ojo con el futuro que lo carga el diablo.

PLAZA DE GUIPUZCOA

Me gusta comer las lentejas y los garbanzos con tenedor. Después rebaño el agüilla y los restos de verduras con la cuchara. Quizás sea una rareza patológica, pero ya sabes que me acepto como soy.

PLAZA DE GUIPÚZCOA

Tengo una semana complicada. En cuatro días empalmo Madrid y Barcelona. No es por darme el pegote de viajera cosmopolita, al contrario. Me justifico y me fustigo por ser tan voraz, insaciable y ansiosa. Si quisiera fardar de algún hito madrileño, ya hubiera contado que conozco bien “Ramsés”, ese local de moda pijo y exquisito que ahora mismo está en el ojo del huracán de la trama “Mediador”.

PLAZA DE GUIPUZCOA

Hemos tratado con demasiada benevolencia “la pichula” de Vargas Llosa. Dirás que soy muy drástica, pero te aseguro que, solo por llamar “pichula” a su pene, yo le hubiera quitado el Nobel.

PLAZA DE GUIPUZCOA

Vuelve la burra al trigo. Te parecerá un aforismo poco glamuroso para un ex miembro de la casa real inglesa. Que me perdonen los burros. Después de las entrevistas incendiarias, titulares escandalosos y series “on fire” en Netflix, vuelve el raca raca lloriqueante y quejumbroso de Harry Windsor en forma de ajuste de cuentas literario.

PLAZA DE GUIPÚZCOA

Aguanta que queda poco. No nos ha tocado la lotería y hemos soportado estoicamente la cena de Nochebuena y el discurso del rey. Por cierto, salvo que Felipe VI se decida algún día a echarse al monte (que no creo) yo le daría un par de vueltas a su sermón navideño.