El genio, a veces se convierte en un monstruo y, también, en el peor reflejo de su más nefasta versión. Eso, quizá, fue lo que llevó a Truman Capote a ser una leyenda borrosa y equivocada de sí mismo. Tan equivocada que, en ocasiones, tapó su genialidad como escritor, pues no en vano fue uno de los más destacados narradores de la literatura norteamericana del siglo XX.