Vuelve Sancho Panza, el secundario más famoso de la literatura universal, diez años después del éxito "Al morir don Quijote"
Las grandes obras, como el Quijote, no terminan nunca. Lo que tienen de criaturas vivas se perpetúa en los lectores, como estirpes y generaciones lo hacen en hijos, nietos, tataranietos. La semilla de don Quijote en la novela de Cervantes hizo posible que esos personajes cobraran verdadera vida, independiente de sus creadores. Al fin y al cabo, don Quijote, Sancho, el bachiller, la sobrina o el ama tienen ya para nosotros mucha más consistencia real que su propio creador Miguel de Cervantes, conocemos de ellos cosas más firmes y reales que la mayor parte de las que sabemos de Cervantes, siempre suspendidas en la incertidumbre y el desconocimiento.