11/08/2020@22:00:00
En un reciente viaje a la ciudad portuguesa de Coimbra, antigua capital del Reino de Portugal, tuve la oportunidad de visitar la Biblioteca Joanina, una de esas joyas donde los libros no pueden encontrar un mejor acomodo. Lástima que las restricciones impuestas por el coronavirus no permitan que disfrutemos más de las obras que allí se encuentran. El turismo se ha impuesto y la visita a la biblioteca se ha quedado en un mero paseo por sus desiguales cinco salas. Todo se queda en un mero negocio mal gestionado.