Hace unos días pasé a comprar Almáciga de María Sánchez a la librería Serendipia, uno de esos lugares, cada vez más escasos, donde todavía habitan los duendes de los libros. Habían registrado la llegada de dos ejemplares que aún andaban esperando un nuevo hogar. Pero no pudieron encontrarlos. Nos rendimos y volví a casa con las manos vacías. Después de una hora me llamaron, a uno de ellos lo encontraron intentando recuperar el lugar de alguna de las 2800 palabras que la RAE ha dado por perdidas en su última edición. El otro había encontrado refugio en la sección de Ciencias Naturales, allí estaba en plena conversación con Los árboles te enseñarán a ver el bosque, de Joaquín Araujo, ambos metidos en discusiones metafísicas sobre la confusa y artificial línea que separa a las Ciencias Naturales de las Ciencias Sociales.