«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra
El benemérito historiador Carlos Belloso Martín, de la Universidad Europea Miguel de Cervantes, en su excelente artículo «Miguel de Cervantes, soldado en el Mediterráneo. Nuevos datos para su biografía (1571-1575)». Cervantes, soldado de la Infantería Española, Revista de Historia Militar (2016, 77-105), pone en letras de molde el nuevo documento, dejado en el tintero por los eruditos, sobre el acuartelamiento de los hermanos, Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616) y Rodrigo de Cervantes (1550-1601), de la compañía del capitán Manuel Ponce de León (1539-1549), del «Tercio de la Sacra Liga» del Maestre de campo, Lope de Figueroa y Barradas (1541/42-1585), en la base naval de Villafranca Sícula, situada en la colina de San Calogero, de la provincia de Agrigento de Sicilia en el invierno de 1572.
Seguro que si preguntamos a cualquier alumno de 2º curso de bachillerato el nombre de la diosa clásica de la belleza, la respuesta inmediata será Venus o Afrodita. Cierto que si profundizásemos en definir la causa o el mito que explique ese título de Miss Olimpo, sería difícil conseguir respuestas coherentes.
«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra
Conforme a mi artículo «Miguel de Cervantes Saavedra quiso emigrar dos veces a América Latina» (eHumanista, 2013), y no una vez como lo anuncian equivocadamente algunos eruditos. La carta autógrafa, del 17 de febrero de 1582 en Madrid, del autor de Las novelas ejemplares (1613) dirigida «al ilustre señor Antonio de Eraso, del Consejo de Indias de Lisboa», documenta que Cervantes pidió una vacante en el Nuevo Continente, y confesó que se entretenía «en criar La Galatea», la primera novela pastoril (K. Sliwa, Documentos, 124-25).
Las Quisicosas, una colección de artículos breves sobre detalles del Quijote que suelen pasar desapercibidos para el lector común pero que ayudan a entender no sólo algunos episodios de la obra y la relación amo-escudero, sino la idiosincrasia de su Autor, y también cómo funcionaba el negocio editorial en aquella época.
«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra
Los nuevos testimonios legales, descubiertos por el madrileño Emilio Maganto Pavón, ex profesor asociado de la Universidad de Alcalá de Henares, legitiman definidamente que Isabel, hija de Ana Villafranca y Rojas, tenía familiares en Quauhtlemallan, «lugar de muchos árboles», Reino de Guatemala del Virreinato de Nueva España.
«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra
Miguel de Cervantes Saavedra no solo rezaba, leía y enseñaba la Biblia, sino también componía y estrenaba sus obras «en alabanza de Nuestro Señor, de su Bendita Madre, del Santísimo Sacramento y otras cosas santas y devotas», durante el cautiverio en Argel.
La Sociedad Cervantina de Alcázarde San Juan propone un camino de cuatro sencillos pasos para llegar a la lectura y conocimiento de la obra universal de Miguel de Cervantes: un audiolibro, el Quijotegram (los azulejos del parque Cervantes en Instagram), el libro Las aventuras de don Quijote de la Mancha nunca así contadas, y por fin, el Quijote de Cervantes (texto académico).
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Martín-Carrillo aseguró “que es más fácil llevar a la Luna un ejemplar de la edición del Quijote de la Sociedad, que enviarlo a Marte en vuelo no tripulado”
De hombre polifacético cabe catalogar a Antonio Martín-Carrillo Domínguez que el pasado sábado honró con su visita a la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan. Además de ingeniero aeronáutico y ferroviario, es poeta. No sólo ha trabajado en los mayores consorcios aeronáuticos internacionales como Airbus, Sikorsky y NASA, sino que además estuvo en las pruebas de selección para astronauta junto con Pedro Duque con el que le une una buena amistad.
«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra
El héroe de Lepanto, «católico y fiel cristiano» (El Quijote, I-XIX), y lector de unas Horas de Nuestra Señora, el 4 de junio de 1593 en Sevilla, no solo afirmó ser «hijo y nieto de personas que han sido familiares del Santo Oficio de Córdoba» (K. Sliwa, Documentos, 262-63), sino también aseveró creer «firme y verdaderamente en Dios y en todo aquello que tiene y cree la Santa Iglesia católica romana» (El Quijote, II-VIII), y estar en Roma, donde «besé los pies al Sumo Pontífice, confesé mis pecados con el mayor penitenciario, absolvió me de ellos, y dióme los recaudos necesarios que diesen fe de mi confesión y penitencia… visité los lugares tan santos como innumerables que hay en aquella Ciudad Santa» (La española inglesa).
«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra
Los documentos legales convalidan indiscutiblemente que el comisario del «Rey Católico» quiso emigrar dos veces a América Latina y no solo una vez como lo propagan algunos eruditos erróneamente («Miguel de Cervantes Saavedra quiso emigrar dos veces a América Latina» (eHumanista, 2013). La carta autógrafa, del 17 de febrero de 1582 en Madrid, del autor de El Trato de Argel (1582) remitida «al ilustre señor Antonio de Eraso, del Consejo de Indias de Lisboa», documenta que Cervantes pidió una vacante en el Nuevo Continente, y confesó que se entretenía «en criar La Galatea», la primera novela pastoril (Sliwa, Documentos, 124-25).
«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra
Conforme al excelente libro La antemuralla de la Monarquía. Los Tercios españoles en el Reino de Sicilia en el Siglo XVI (Madrid, 2010), del benemérito historiador Carlos Belloso Martín, Universidad Europea Miguel de Cervantes, el héroe de Lepanto y su hermano Rodrigo, soldados de la compañía del capitán Manuel Ponce de León (1539-1549) del Tercio del Maestre de campo Diego Enríquez de Castañeda y Manrique (1535-1601), invernaron en la isla Μελίτη, «dulce como la miel», entre 1573-1574, sede de La Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta.
Se trata de una edición digital, maquetada de forma atractiva y útil, resultado del trabajo de dos catalanes en distintos siglos: José Coll y Vehí, su primer autor, y Enrique Suárez Figaredo, el moderno editor.
El nuevo documento inédito del 11 de diciembre de 1591, de capital importancia para la biografía documentada del autor de El Quijote, descubierto por el historiador burgalés Alfonso Dávila Oliveda, trata de los comisarios de Friedensfürst, Miguel de Cervantes Saavedra y su compañero Diego de Ruy Sáenz, quienes estuvieron en Archidona.
El sábado 26 de octubre, Manuela Sáez González visitó la ciudad para tomar parte en una nueva edición de los Almuerzos de don Quijote, antes de esta actividad conoció el Museo del Hidalgo donde quedó encantada con la lograda musealización de la casa de un hidalgo manchego; también subió a los molinos de Alcázar –declarados Bien de Interés Patrimonial- donde se detuvo en el molino Fierabrás el único que conserva toda su maquinaria y efectúa moliendas regularmente, quedando impresionada por la grandiosidad de su maquinaria y su tecnología tan avanzada para la época. Para finalizar la visita, recorrió la colegiata de Santa María la Mayor (la parroquia más antigua de Ciudad Real) donde Francisco Mazuecos le enseñó el Camarín de la Virgen del Rosario.
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