“Los soldados se comportan con una gran fraternidad. Luchan más por los compañeros que por su país”
Cuando pensamos en un banquero suizo, nos imaginamos a una persona seria, vestida de negro y especialista en ocultar el dinero al fisco de otras naciones. Cuando Massimiliano Colombo, italiano de Bergamo, nos dice que trabaja en la banca en la ciudad suiza de Lugano, se nos hace muy extraño verle de banquero. Ya que es una persona simpática, afable, cercana y que cuando llueve no sería capaz de quitarnos el paraguas, como hacen el resto de banqueros.