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Luis Miguel Román

28/10/2024@16:16:00

Dentro de la vigésima primera edición de la “Semana Cultural en torno a Miguel de Cervantes, su obra y Quintanar de la Orden”, organizada por la Asociación Cultural “Santiago Apóstol”, Luis Miguel Román Alhambra, vicepresidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar, ha impartido una ponencia con el título Lugares, caminos y parajes de la Mancha. Contexto geográfico real en la ficción del Quijote.

Dentro de la programación del Fin de Semana del Patrimonio organiza anualmente el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan, ha tenido lugar en la noche del sábado 5 de agosto la Ruta Cervantin@lcázar con la mayor asistencia que se recuerda. Un numeroso público que rompió todas las previsiones, incluido un grupo de jóvenes adolescentes, conoció las numerosas y fuertes vinculaciones de la ciudad con Miguel de Cervantes y el Quijote.

Desde que en 1748 Blas de Nasarre encontrase en el primer Libro de Bautismos de la parroquia de Santa María la Mayor, de Alcázar de San Juan, la partida de bautismo de Miguel, un hijo de Blas de Cervantes Saavedra y de Catalina López, el nombre de esta ciudad manchega en el mundo oficial cervantino sigue levantando polémica. Alcázar de San Juan es la china en el zapato del biógrafo cervantino.

En la noche del sábado 7 y con el cupo de asistentes completo, tuvo lugar una nueva edición de la ruta cervantin@lcazar que estuvo coordinada por miembros de la Sociedad Cervantina de esta ciudad.

El lugar de don Quijote se encuentra en una parte de la Mancha más seca, sin embargo Cervantes lo describe como un lugar con cuantiosos recursos hídricos superficiales cuando don Quijote, derrotado por el Caballero de la Blanca Luna en la playa de Barcelona, vuelve a casa para cumplir el año de retiro impuesto, tomando la decisión de hacerse pastor durante este tiempo: "[…] yo compraré algunas ovejas [...] y nos andaremos por los montes [...] bebiendo de los líquidos cristales de las fuentes, o ya de los limpios arroyuelos, o de los caudalosos ríos [...]" (Q2, 67). Sancho desespera porque llegue ese ansiado trabajo, oficio que había ejercido antaño, y, así, poder dejar el de escudero. Sancho ya imagina a su hija llevándoles la comida al campo, lo que indica que los parajes por donde apacentarán al rebaño de ovejas está cerca del pueblo: "Sanchica mi hija nos llevará la comida al hato".

Por Luis Miguel Román Alhambra

El confinamiento es la mejor manera de combatir eficazmente la pandemia del COVID-19. Esta medida de aislamiento social, que parece novedosa o fruto de la imaginación de políticos iluminados por el conocimiento médico, no es nueva.

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En la tarde del viernes 10 de junio y en la librería Moisés Mata de Alcázar de San Juan, se presentaba el libro “La frontera interior. Viaje por Sierra Morena” por su autor Manuel Moyano asistido por Luis Miguel Román Alhambra, vicepresidente de la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan quién le inspiró parte del recorrido.

En la mañana del domingo 7 de noviembre, los asistentes a la ruta guiada descubren los lugares de Alcázar de San Juan que tienen vinculación con el escritor y su obra.

“…y me dio de nuevo tantos azotes que quedé hecho un Sambartolomé desollado”

Si en el Quijote hay un agravio felizmente resuelto por don Quijote, que después se torna en cruel llanto del agraviado, es en la aventura que tuvo al poco de salir de la venta, donde fue armado burlescamente caballero, con un joven pastor al que su amo tenía atado a una encina dándole azotes, porque, según el ganadero le afirma: «este muchacho que estoy castigando es un mi criado que me sirve de guardar una manada de ovejas que tengo en estos contornos, el cual es tan descuidado que cada día me falta una; y porque castigo su descuido, o bellaquería, dice que lo hago de miserable, por no pagalle la soldada que le debo, y en Dios y en mi ánima que miente.» (Q1, 4).

Por Luis Miguel Román Alhambra
Cuando Cervantes escribía el Quijote, la mortalidad en España ha sido considerada como catastrófica. Además de los fallecidos en las guerras, por causas naturales y en el parto, la población española estaba sufriendo epidemias de enfermedades infecciosas, como la peste, el tifus o la difteria, agravadas por las malas condiciones alimenticias e higiénicas en la población más humilde, siendo las causas de una altísima mortalidad entre la población.

Por Luis Miguel Román Alhambra

“En esto descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo, y así como don Quijote los vio, dijo a su escudero:

-La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o pocos más desaforados gigantes con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer; que esta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra.” (1, 8)