En un viaje por Asturias, Azucena del Valle ha ido a parar de visita al hermoso y tranquilo cementerio de Luarca -ya son ganas de hacer necroturismo- y allí se nos ha vuelto muy trascendentalmente trascendente. Yo no sé si a los muertos les gusta que los visiten, pero seguro que los luarquinos, luarquinas y luarquines les gusta descansar tranquilos frente al mar. Nos lo cuenta en R.I.P. ¿Sí o qué? Dejemos a los muertos en paz que bien muertos están.