Ediciones Siruela, Madrid, 2022
Son canciones, si bien son canciones de amor. Y el amor, además, tiene un destinatario mayestático desde un principio: es el propio Dios. Es, pues, un libro esencialmente religioso, más, ¿dónde ha de caber más oportunamente la palabra amor que no en los que atañen al vínculo espiritual, tal como la literatura ha venido mostrándonos a lo largo de la historia?