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Leibniz

21/01/2024@11:11:00

I’ve been weening the time-honored distinction between ancient and modern art. Time, I guess, isn’t a keen concept to split art. I’m going to talk a bit about this. Will we be “modern brethren” within ten thousand years? This discussion could endlessly be enlarged. I would like to hie the piebald literary connoisseurs to regard the microscope, or rather the microscopical worldview, which was well imprinted on the curious minds of the Greek pointy-heads (the phrase “οφθαλμος σου απλους” in Matthew 6: 22, and the word “καρδια” in Matthew 6: 21, evoke microscopical images) and on the minds of a Leibniz, of a Newton, as the hallmark of the said artsy rivers.

Permítasenos comenzar este esbozo de ideas con una apostilla de orden personal: hace ya algunos años, el poeta y amigo Daniel Muxica (de quien ya habrá oportunidad de profundizar en su obra como se merece) tuvo la generosidad –un rasgo constitutivo de su persona y que se mantuvo inalterable hasta el fin de sus días- de acercarme un verso de Hölderlin que yo desconocía (huelga aclarar: como tantos versos, materias y autores que ignoro) y hacerme saber su procedencia. De hecho, uno de sus poemas (el que lleva por título "Nostalgia”, perteneciente al libro El poder de la música, Stephen & Bloom, Buenos Aires, 1983, 60 páginas) lleva ese verso como epígrafe: “Quizás el rey Edipo tenga un ojo de más”. La perplejidad –la fecunda perplejidad- se instala en el ánimo de quienquiera indague en el sentido de tal verso: ¿cómo es posible que Edipo, cegado por propia mano y desbordante culpa, ostente, aun así, un ojo de más, un ojo suplementario, un ojo con el que ve un horizonte que trasciende la mirada de los simples mortales? El presente borrador es un intento que aspira –sólo aspira- a responder a tamaño interrogante.

Tal día como anteayer, hace trescientos años, en una pequeña ciudad prusiana que hoy es rusa -de Königsberg a Kaliningrado-, nacía un filósofo de hábitos tan discretos como su peluca, llamado a generar una revolución a partir de un simple gesto. La verdad es que se tomó su tiempo: cincuenta y siete años meditando hasta que publicó ese primer libro que lo cambiaría todo, ‘Crítica de la razón pura’, al que seguiría otra crítica, la de la razón práctica, y una más, la de nuestra manera de juzgar.

"Cuando al cerrar los ojos tú nunca estás" es la nueva novela intimista de Manuel Salado. Sigue las confesiones de un viejo físico que reflexiona sobre su vida y sus creencias. A través de un monólogo con el fantasma de su madre, explora la dicotomía entre la ciencia y lo esotérico.

Amidst a rainy night I was reperusing some Encyclopedia Britannica’s articles, and since by hook or by crook, as the folkloric phrase runs, I always meet German mythologies and Greek stanzas of yore, I found a text written by Kathleen Kuiper (1) versed in the symbol styled “Rumpelstiltskin”, whose gast spends the tides of its life in the drudging work of turning straw into gold. I thought, then, our mind is like an alchemist who by the hair unites extremes without grokking how or why those brinks could be together.

Fernando G. Toledo responde ‘En cuestión: un cuestionario’ de Rolando Revagliatti

Fernando G. Toledo nació el 22 de junio de 1974 en la ciudad de Libertador General San Martín (donde reside), provincia de Mendoza, República Argentina. Es Licenciado en Comunicación Social, egresado de la Universidad Juan Agustín Maza. Su trayectoria periodística fue desarrollándose en publicaciones gráficas, en radio y en televisión.

Kant, en famoso soapuntamiento (1), quéjase de que los alemanes, al proferir la germánica palabra “Ästhetik” (lo captable sensorialmente), “estética” en español, signan con sinonimia también el término “Geschmacks” (lo agradable), “gusto” en español, que es ambiguo quehacer que estorba el escrutar científicamente la humana sensibilidad y el arte, vía hacia lo bello.
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En el transcurso de la cálida primavera el año 399 a. C., cuando fue condenado a muerte por la justicia de Atenas, Sócrates “no se rebajó un solo instante ni al sentimentalismo ni al miedo”. Las razones profundas de la condena se siguen discutiendo hasta el presente, las líneas que siguen –apenas un bosquejo de ideas- no alientan la descabellada pretensión de dirimirlas, pero acaso puedan aportar algunas referencias en torno a tan disputada materia.

EL ESCRITOR SECRETO – José Bianco

A lo largo de los cinco primeros capítulos de La pérdida del reino (Siglo XXI Argentina Editores, 1ra. edición, 1972, 370 páginas; todas las citas remiten a esta edición), que con toda pertinencia se podrían calificar de prólogo, se presenta a los personajes y el motivo argumental dominante: Rufino Velázquez le solicita al narrador, quien cumple funciones de asesoramiento en la editorial Galaxia, que a partir de sus propios recuerdos personales y algunos manuscritos bosquejados escriba una novela; una novela escrita por el narrador que será, sin embargo, la novela de Rufino Velázquez; vale decir, un narrador, en principio, que oficiaría de ghost writer, un escritor fantasma cuyas marcas se pueden adivinar en la escritura, pero cuya materia narrativa le es ajena.

Autor de "La Maldición de Spinoza"
Francisco Mesa Vega acaba de publicar "La Maldición de Spinoza" (Ondina Ediciones) una novela histórica sobre el filósofo y pulidor de lentes Baruch Spinoza, figura destacada del pensamiento europeo del siglo XVII.

OPINIONES DE UN LECTOR

Iruya Editorial

El libro se presenta como un cuaderno de campo, un cuaderno de dibujo o un diario de viaje. Tiene una portada minimalista, con letras de oro y carmín sobre fondo ocre, con aspecto de albero o papel de estraza y con tacto de cuero. Un poemario con 163 poemas sin títulos y 240 páginas distribuidas de la siguiente manera: Un prólogo de Francisco Arriero Ranz, cuatro partes tituladas: Amoramor (con 46 poemas, 7 de ellos en verso libre y los demás en prosa), Covid-19 (con 48 poemas, 9 de ellos en verso libre y los demás en prosa), Química de la ira (con 40 poemas, 11 de ellos en verso libre y los demás en prosa) y Revolución ( con 29 poemas, 13 en verso libre y el resto en prosa), un Epílogo (En alianza con lo dicho) de Arturo Hernández González, más una foto y la biobibliografía del autor, y por último, los Agradecimientos. Aquí el autor ha dejado su alma esculpida en palabras, como si el libro entero fuera un epitafio extenso o un mapa-guía de viaje. Una imagen a todo color de una pintura mitológica de Tiziano, “La Bacanal de los Adrios”, te recibe a portagayola en la página tres. La escena, casi premonitoria, como una declaración de intenciones, aspiración suprema o deseo, predispone para afrontar la lectura que va más allá de su relato. Dicha pintura nos proyecta una visión dionisiaca de la vida, toda una écfrasis sinestésica intencionada para abrir boca desde el comienzo, para dejarnos clara “la voluntad epicúrea contra el pesimismo”.

Autor de “El caballero de Dios”

José Manuel Echevarría Mayo es un reputado virólogo y científico del Instituto de Salud Carlos III hasta su jubilación en 2017. Continúa su actividad docente en la Facultad de Biología de la Universidad Complutense de Madrid. Acaba de publicar la segunda novela de su trilogía “Naturalistas” titulada “El caballero de Dios”, sobre el médico y sacerdote danés Niels Steensen, más conocido como Nicolás Steno.

Los términos agnóstico y agnosticismo aparecen utilizados en diversos ámbitos del pensamiento (metafísica, epistemología, religión, ética) con significados variados y frecuentemente mezclados o confundidos con los significados de otros términos tales como empirismo, materialismo, escepticismo, ateísmo.