21/10/2021@08:41:46
Las huellas de nuestras vidas en ocasiones descansan en la esponjosidad de una nube, o en la piedra que una vez removimos en nuestra infancia y ahora yace en la inmensidad de una montaña perdida. En esos vericuetos de los que no somos conscientes residen nuestras anónimas proezas. Logros que se difuminan con el paso de los días y que, de repente, acuden a nuestros recuerdos para que no nos olvidemos de lo que un día fuimos. El viaje y sus etapas. La vida y sus curvas. El trasunto y sus incondicionales sorpresas.