13/01/2020@17:05:56
Nunca olvidaré aquel invierno. Me hallaba en el dispensario del cuartel, entre una pareja de MIR, viendo por tercera o cuarta vez Vidas rebeldes (1962), de John Huston, cuando, a su conclusión, el noticiario de la medianoche nos anunció que acababa de fallecer Carlos Barral, y un mes después, la misma tarde que regresaba a casa, con el trámite engorroso de la mili cumplido, el telediario difundía la muerte de Jaime Gil de Biedma.