"Los problemas de las personas existen ya antes de que se pronuncien las palabras" podemos leer en el Wen Tzu (1) Si nos remontamos al inicio mismo de la palabra, hemos de considerar que ésta nace para asociarse al rito, a la danza, y explicar lo que a través de ésta el hombre no pueda o no sepa hacer respecto de su voluntad, de la manifestación de lo que pretende exponer como problema o como deseo. De lo que hemos de derivar que la palabra, esencialmente, nace como un bien, un bien necesario que exige los atributos de la claridad, de la sinceridad, de la sencillez incluso.