“No veo ni contradicción ni locura en mi vida. Es verdad que, así como no podemos ver nuestra espalda, tampoco podemos ver nuestros errores o nuestra locura. Yo, sin embargo, me aferro a la idea de no estar loco, sino de ser verdaderamente religioso. Cual de las dos cosas soy en realidad, podrá decidirse sólo tras mi muerte” (Gandhi)