“Sentir a Cervantes es, ante todo, actualizar a Cervantes. Para sentir a Cervantes es preciso, antes que nada, despojarle de toda arqueología”, profetizó Azorín.
La traducción de "Don Quijote de la Mancha" al castellano actual es un proyecto en el que Andrés Trapiello llevaba catorce años inmerso: un viejo anhelo que por fin se cumple, una empresa largamente acariciada que culmina con la publicación de esta magna, íntegra y muy cuidada edición de la novela de Cervantes dentro de la colección Áncora y Delfín de la editorial Destino.