La novela de Lucrecia Zappi es un viaje al origen donde el periplo es externo e interno, físico y espiritual. Beatriz hace de Telémaco o de Juan Preciado en busca del Ulises o el Pedro Páramo que podría ser su padre. Desde las primeras páginas "Jaguar Negro" nos sumerge en un mundo de signos que invita a pensar en el viaje iniciático: el descenso de una montaña, los terrenos consumidos por el fuego, el puente por cruzar, el ingreso a la caverna y la inminente aparición del jaguar negro; ninguno de ellos motivo para que Beatriz pierda la esperanza, por el contrario se constituyen como el punto de partida desde el que el lector se sumergirá en una historia entrañable.