04/08/2024@11:11:00
Cuando el histrionismo y la inmadurez psicológica afloran en el discurso político, como forma de captación del electorado y como elemento argumental para convencer al incauto votante, que se deja llevar por las emociones cultivadas a través de la posverdad, que nos venden determinados políticos, todo está abocado al caos, la inseguridad y la confrontación. Solo es necesario darse una vuelta por esos mundos discursivos de la política para ir identificando la insolvencia de muchos políticos y políticas que, incapaces de dotar a sus discursos de una mínima solidez argumental, se cierran en banda y, en lugar de exponer razones, proyectos y propuestas que solucionen los problemas de nuestra sociedad, recuren a la descalificación del contrincante sin mostrar su cartas abiertamente.