Que un familiar, y más una madre, te esconda los libros que no quiera que leas es un acicate para saltarse esa norma a la torera y a escondidas hacerse con las obras prohibidas. Eso es lo que le ocurrió al escritor vasco Iñaki Ezkerra cuando apenas contaba 12 años. “Con Baroja descubrí un mundo nuevo”, dijo en la presentación del libro refiriéndose a la primera novela que leyó del escritor del 98, “La sensualidad pervertida”. “No encontré lo que iba buscando, pero descubrí muchísimas cosas más”, afirmó el escritor ante una abarrotada concurrencia.