2020 será recordado como el año que puso el mundo patas arriba. Cuando en marzo de ese año todo el planeta se vio inmerso en la primera ola de la pandemia, los mercados bursátiles colapsaron. Comparado con los inicios de 2020, el índice S&P 500 perdió un 30% de su precio, mientras que el precio del WTI cayó a valores negativos. El índice Dow Jones cayó un 10%, su mayor desplome desde el Black Monday de 1987. La discusión de Rusia y Arabia Saudí sobre el tema del petróleo coincidió con la propagación del coronavirus y la subsecuente caída de los precios bursátiles. Ambos factores, unidos, resultaron en la mayor presión económica a la baja de la historia.