06/08/2020@13:00:00
“El Licenciado le dijo que le daría a un primo suyo, famoso estudiante y muy aficionado a leer libros de caballerías, el cual con mucha voluntad le pondría a la boca de la mesma cueva (la de Montesinos) y le enseñaría las lagunas de Ruidera, famosas ansimismo en toda la Mancha y aún en toda España.” (El Quijote, cap. XXII, 2ª parte)
“La cuarta es haber sabido con certidumbre el nacimiento del rio Guadiana, hasta ahora ignorado de las gentes.” (El Quijote, cap. XXIV, 2ª parte)
Cuando el cuatro de Agosto de 1975 -tal día como hoy de hace 145 años- el escritor danés Hans Cristian Andersen (1805) fallecía víctima de un cáncer de hígado, se supieron de él dos cosas. Una, que en su testamento había legado parte de su fortuna a instituciones benéficas que proporcionaban formación a niños pobres. La otra, que llevaba al cuello la carta de Riborg Voigt, una joven con la que décadas atrás había mantenido un idilio.
Ya lo sabrán; murió Marsé. Y he aquí que andaba pensando en escribirles unas entusiastas líneas sobre la exposición de Ramón Masats en la Tabacalera de Madrid, cuando me senté a comer y el televisor me anunció con una bandita continua que Juan Marsé había muerto esa noche. De pronto caí en la cuenta y no pude sino imaginarme la risa que le habrá entrado al Java, al Sarnita y al resto de la canalla del barrio al saberlo, porque también es mala pata ir a morirse un dieciocho de julio y, encima, sábado; exactamente como aquel cuando los africanos pusieron al país patas arriba.
Para alguien que, como yo, ha ejercido de librero durante una larga etapa de mi vida, asistir al triste espectáculo del cierre de una librería es una situación dramática.
«¿Estamos siendo testigos de primera mano de lo que, en el imaginario hindú, es el arquetipo del habitante de Occidente, o nos estaban utilizando por razones pastiches?» Esta pregunta ha sido formulada por Armando Croda Naveda en uno de sus artículos en donde habla de la India en un monógrafico junto a otros autores. Es cierto. En la India aunque las cifras pueden variar nos encontramos con hinduistas un 83%, un 11% de musulmanes y una cifra bastante menor entre catolicos y protestantes. Sin embargo cada vez son más los trabajos efectuados por las relaciones bilaterales entre España y la India y lo que es la economía entre ambos países y muchos de ellos incluyen como es el caso de Pablo Bustelo en su «Chindia. Asia a la conquista del siglo XXI» algunas apreciaciones.
Publicamos en exclusiva diez microrrelatos del libro "Contrariedades", de Mario Pérez Antolín. El autor abulense es uno de los aforistas más importantes de nuestro país. Sus libros en este género (Profanación del poder, La más cruel de las certezas, Oscura lucidez, Crudeza y Contrariedades) han recibido elogios de escritores tan eminentes como Eugenio Trías, Victoria Camps, Joan Subirats, Vicente Verdú, Juan Carlos Mestre o Jaime Siles. Antólogo de Concisos, que reúne a los mejores aforistas españoles contemporáneos. Autor de cuatro poemarios: Semántica secreta, Yo eres tú, De nadie y Esta ínfima parte de infinito. Parte de su obra ha sido traducida al árabe, al italiano y al francés.
Hace unos veinte días supe por un noticiario que los indios de Chiapas se habían revuelto y habían asaltado algunos dispensarios médicos, una clínica y hasta un ayuntamiento con una cólera ciega y antigua. Al parecer, todo se debía a una funesta confusión: las autoridades estatales estaban fumigando los pueblos contra un previsible brote de dengue, y los indios chiapanecos, tan escarmentados y recelosos por siglos de vejaciones y desengaños, sospecharon de aquellas vaporizaciones por sus calles como la causa de los primeros e inexplicables muertos por la covid-19. Faltó solo un cizañero bulo por las redes sociales, para que la desinfección se interpretase ya sin vacilaciones como otra artimaña de los ladinos —los blancos— con la que propagar esa nueva y extraña epidemia para exterminarlos de una vez por todas. De inmediato, estalló la furia.
Sangre en la nieve es el último título del autor noruego donde su oficio queda, una vez más, patente. En esta nueva entrega la figura de un asesino a sueldo nada convencional hará las delicias de los lectores.
FIRMA INVITADA
Por Eva Losada Casanova
Cuando hablo de la intencionalidad de la escritura, mi memoria regresa una y otra vez, como niño hambriento, a uno de los grandes personajes del escritor madrileño Luis Landero. Recuerdo como, a lo largo de la lectura de El guitarrista, este personaje se pasea por los rincones de su vida exclamando a los cuatro vientos que está escribiendo una novela, lo hace con una mezcla de altanería y desasosiego. ¡La novela del eterno novelista! Aquella que no solo nunca se acaba sino que comienza cien veces, quizá mil. La edad temprana es ese campo de cultivo en el que la romántica idea de ser escritores va y viene como una cometa. Colorida y libre. Queda muy bien hacer volar nuestra cometa mientras compartimos unas tapas en un bar o bajo un hipnótico y peligroso cielo estrellado. El problema es que llega un momento en el que ese trozo de tela se hace pequeño en un cielo limpio y azul o bien cae en picado y descompuesto a nuestros pies.
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La tradición cervantina alcazareña tiene cuatrocientos sesenta y dos años, remontándose a la propia época en la que vivió Miguel de Cervantes que fue bautizado en Alcázar de San Juan un 9 de noviembre de 1558.
Kant, en famoso soapuntamiento (1), quéjase de que los alemanes, al proferir la germánica palabra “Ästhetik” (lo captable sensorialmente), “estética” en español, signan con sinonimia también el término “Geschmacks” (lo agradable), “gusto” en español, que es ambiguo quehacer que estorba el escrutar científicamente la humana sensibilidad y el arte, vía hacia lo bello.
Me pregunta un lector, así como al desgaire, que si mi última novela publicada (Las fisuras, editorial Caligrama) es autoficción. Le miro con gesto contenido, sin saber muy bien qué responderle. Normal, pienso yo, hasta este lector que lee más bien poco, por no decir nada (un par de libros al año), ha oído hablar de la autoficción.
Escribo este par de páginas en las mismas vísperas del quinto aniversario de su muerte allá, en Zahara de los Atunes, donde inalterablemente veraneaba desde hacía más de cuatro décadas. Y lo primero que me asalta es algo que le divertiría mucho, pues Gómez de la Serna —madrileño como él y creador de una corriente humorística que sin duda Krahe heredó y revivificó por los tablados del país— afirmaba que los muertos envejecían en su ejercicio de difuntos, por lo que ya comienzo dudando si titulo a esta nenia “un lustro” o “un quinquenio”; aunque como Ramón no precisó a quién y cómo deben cobrarse los correspondientes devengos, optaré por lustro, que queda mucho más circunspecto y entonado con el género de la necrológica.
En el año 2013 se cumplieron cien años de la concesión del Premio Nobel al poeta indio Robindranth Tagore (1861-1941) Dos años antes - en el año 2011- se cumplió el ciento cincuenta aniversario de su nacimiento y es ahora cuando se cumplen 100 años de la Universidad Internacional de Visva-Bharatti (La Voz Universal) de Robindranath Tagore. Es una de las figuras más relevantes del movimiento cultural, sociológico y espiritual que sacudió a las clases altas de la sociedad india en el siglo XIX.
Un 16 de Junio de 1969 Armstrong, Collins y Aldrin llegaron a la Luna en el Apolo 11 pero ya en 1870 Julio Verne sorprendía a su público narrando las aventuras de Michael Ardan y sus dos compañeros a la Luna y lo que allí se encontraron. Ha sido la famosa cara oculta de la Luna uno de los fenómenos astronómicos que ha suscitado mayor curiosidad hasta nuestros días.
Cervantes fue soldado del ejército español. Se alista o sienta plaza en Italia en 1570, dejando la vida cómoda al servicio del cardenal Acquaviva. La participación en la batalla de Lepanto, el día 7 de octubre de 1571, “la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros”, fue para él un alto honor. Herido en ella, pasa unos meses en el hospital de Mesina donde se recupera junto con otros soldados “que han quedado mancos y maltratados de la batalla”. Uno de esos soldados heridos también se llama Miguel Cervantes, del que poco más sabemos. Después, su nombre se reconoce en las campañas militares de Navarino, Túnez y la Goleta, hasta que decide volver a España en 1575. Es apresada la galera en la que venía y llevado cautivo a Argel, donde pasará cinco largos años esperando su rescate.
FIRMA INVITADA
Por Margarita Melgar, autora de "El verano de nunca acabar"
A la gente le extraña muchísimo que Margarita Melgar seamos dos (Ana Sanz-Magallón y Montse Ganges), y que escribamos novelas. También escribimos guiones, pero esto no sorprende tanto: como espectadores ya sabemos que las películas son cosa de muchos. Pero como lectores, seguimos esperando que el autor sea esa Sherezade que se sienta a nuestro lado para susurrarnos solo a nosotros una historia, así que una novela escrita a cuatro manos suscita más preguntas. Por lo menos dos: cómo y por qué.
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