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Firma invitada

PLAZA DE GUIPÚZCOA

21/06/2022@08:00:00

“Alea jacta est”, dijo Julio César al cruzar el Rubicón. La suerte está echada. No es un buen día para el análisis. Ahora mismo solo sé que no sé nada, pero en peores garitas electorales he hecho guardia.

Soy catalán por haber nacido en la Ciudad de Barcelona, donde me formé como Doctor Ingeniero Industrial y trabajé en la fábrica de Productos Pirelli, S.A. de Vilanova i la Geltrú, trasladándome a Madrid cuando tenía 34 años para concurrir y ganar las oposiciones al Cuerpo Superior de Ingenieros Industriales al servicio del Ministerio de Industria. Las tres cuartas partes de mis apellidos son catalanes, remontándose todos ellos al siglo XIII – de lo cual no puede envanecerse el separatista catalán Romeva, nacido en el distrito madrileño de Chamberí-.

«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra

Los beneméritos historiadores Pelayo Castillo Palacios y Antonio Bonilla descubrieron un nuevo documento inédito sobre la llegada de Cervantes a Niebla, ignorada en las biografías documentadas y noveladas del autor de El cerco de Numancia. Dicha perla documental pone en evidencia que el 27 de julio de 1593 en Niebla «se juntaron en el cabildo Juan Lucero y Rodrigo Álvarez, alcaldes ordinarios, Juan Prieto de Vayas, Andrés de Gallegos, Francisco de Avendaño y el licenciado Ramírez, regidores, y Juan Rodríguez Mocho, procurador, en presencia de Miguel de Cervantes, comisario por Miguel de Oviedo, proveedor y contador por su Majestad, para «conducir todo el trigo que pudiere hallar entre los vecinos de ella para el proveimiento de las galeras de España… y se tomó asiento con Miguel de Cervantes, comisario, que se le dé y sirva de esta villa a su Majestad con noventa fanegas de trigo» (Pelayo de Castillo Palacios, Miguel de Cervantes…, 1).

GALERÍA DE ESCRITORAS SINGULARES

Yolanda Pantin es una poeta convencida de la capacidad lírica de la mujer en una sociedad cultural marcada por hombres. Fotógrafa, ensayista y editora, infatigable su deseo de escribir para expresar nuevos mundos con un estilo muy personal.

Esta primavera presenta cierto viso de normalidad; por ejemplo, ha vuelto la olvidada inflación, y también la feria al Retiro, con su larga y sinuosa cuerda de casetas y sus riadas de curiosos, y, por supuesto, con esos enternecedores poetas al minuto, que traen su máquina de escribir sobre una mesita plegable y sus hambres nostálgicas pintadas en las pupilas; y además, tenemos de nuevo a los isidros, cornalones y autoritarios, en Las Ventas. Quién no ha regresado, ha sido la lluvia. Solía presentarse con goterones gordos, de esos que caen uno a uno y casi por riguroso turno, o con gotitas menudas, imperceptibles y disimuladas entre la ventolina del Levante, allá, por el cuarto toro. No era mala señal; a menudo presagiaba un faenón.

Nací en el setenta y seis, ajeno a todas las calamidades que sacudían a la Argentina durante ese año, en una década oscura que acabaría, pocos años después, en una de las guerras más absurdas que conociera el Cono Sur. Precisamente ese año, sombrío y luminoso a partes iguales, dependiendo en qué lado de la cuneta estuviera parte de la sociedad, se estrenó la primera película de Rocky, la primera de una saga que, cuarenta y seis años después (quién lo diría), y casi siempre bajo la batuta del mismo actor/director, continúa incombustible a la debacle, en la brecha abierta desde entonces, aunque no fuera más que para generaciones indolentes a este tipo de historias. El público contemporáneo, bombardeado por internet incesantemente, es siempre receptiva a lo novedoso porque lo confunden con modernidad, y da igual de boca de quien venga; de un niñato haciendo payasadas en vídeos caseros, o un tipo que ya supera los setenta y hable de cuestiones en apariencia anacrónicas.

«Oh dulce España, patria querida», Miguel de Cervantes Saavedra

El benemérito escritor moguereño José Luis Gozálvez Escobar, técnico de la cultura de la Diputación Provincial de Huelva y autor de los magníficos trabajos de investigación: La inquisición en Huelva: judeoconversos, libertarios y hechiceras (Huelva, Editorial Niebla, 2018); El castillo de San Pedro (Huelva) (Huelva: Publicaciones del Convenio Vicerrectorado de los Centros Universitarios y la Asociación de Industrias Químicas y Básicas, 1993); Medicina y sociedad en la Huelva de los siglos XVI-XIX (Huelva, Colegio Universitario, 1983); «Desde los tiempos de la colonización a la independencia de América» (La Rábida: Historia, cultura, naturaleza, 2013, 77-88); y «La piratería y la redención de cautivos en las Costas de Huelva: siglos XVI-XVIII» (Huelva en su historia, 1988, 387-400), descubrió una nueva joya documental del Manco de Lepanto, localizada en las escrituras de Lucena del Puerto del Archivo de Protocolos Notariales de Moguer.

Muchos acontecimientos significativos de la historia de la humanidad se han desvelado gracias a la correspondencia mantenida entre los actores clave de la evolución de los hechos. El modo en que determinadas personas utilizaron este género para comunicarse con algunos de sus contemporáneos nos ha ayudado a conocer mejor su época.

FIRMA INVITADA

Por Eva Losada Casanova

Cuando hablo de la intencionalidad de la escritura, mi memoria regresa una y otra vez, como niño hambriento, a uno de los grandes personajes del escritor madrileño Luis Landero. Recuerdo como, a lo largo de la lectura de El guitarrista, este personaje se pasea por los rincones de su vida exclamando a los cuatro vientos que está escribiendo una novela, lo hace con una mezcla de altanería y desasosiego. ¡La novela del eterno novelista! Aquella que no solo nunca se acaba sino que comienza cien veces, quizá mil. La edad temprana es ese campo de cultivo en el que la romántica idea de ser escritores va y viene como una cometa. Colorida y libre. Queda muy bien hacer volar nuestra cometa mientras compartimos unas tapas en un bar o bajo un hipnótico y peligroso cielo estrellado. El problema es que llega un momento en el que ese trozo de tela se hace pequeño en un cielo limpio y azul o bien cae en picado y descompuesto a nuestros pies.

Desde los micrófonos de ‘El Faro’ Mara Torres me preguntaba lo que tantas veces me han preguntado este año: “¿Sigue habiendo dragones?” Cerca estuve de responderle con otra pregunta: “¿Alguien lo duda?” Todavía tenía en la memoria la final de Roland Garros, esa en la que Rafael Nadal se reveló como un ser mitológico y, sin embargo, monstruosamente humano.

El pasado lunes 13 de junio, pronuncié una conferencia en la Sociedad Económica de Málaga, espacio de referencia cultural y de pensamiento crítico de la ciudad, con el mismo título de este artículo.

PLAZA DE GUIPÚZCOA

Si anda como un pato, se comporta como un pato y dice cua cua, es un pato. Decía Oscar Wilde “las cosas son siempre lo que parecen”. Y lo que parece es que Argelia nos la va a jurar de por vida y esperará el momento oportuno para vengarse.

Se puede ser reina por accidente? Le sucedió a quien estos días celebra su jubileo de platino tras sumar setenta y dos años en el trono, una marca sólo superada por el Rey Sol, Luis XIV. Isabel II se ajustó la corona a consecuencia de la muerte prematura de su padre, Jorge VI, quien, a su vez, sólo estrenó la suya tras la abdicación de su hermano, Eduardo VIII. No menos accidentada fue la elevación a los altares de quienes merecerían orquestar, a cuenta de sus otros tantos discos de platino, la banda sonora de la inquilina de Balmoral. Setenta y dos años reinando Isabel. Sesenta los ‘Rolling Stones’ que iniciaron en Madrid su última gira europea, generando el mismo fervor intergeneracional que concita la reina madre.

PLAZA DE GUIPÚZCOA

Esta es mi teoría más original y menos empíricamente demostrable. Tampoco es demostrable la ley Espacio-Tiempo de Einstein y el tipo pasa por ser un genio. Te propongo un juego. Busca tu foto de comunión, obsérvate con desnuda objetividad, como si no conocieras a esa inocente criatura que te mira ¿Qué ves en su mirada? Esa es la cuestión.

¿O sea que el mismo día y a la misma hora? Después de tanto tiempo sin vernos -como diría un snob-, qué joint venture. Al fin coincidía con mi amiga Mado Martínez en una Feria del Libro. Lástima que no precisáramos el lugar. Yo di por hecho que sería en la que visitaba esa tarde, la de Madrid. El mismo día y a la misma hora -todavía estamos riéndonos-, ella estaría en la de Cartagena de Indias.

GALERÍA DE ESCRITORAS SINGULARES

Rosa Mayreder fue una convencida defensora de la función social de la mujer en Austria. De una poligrafía aplastante, enarbola el principio de la libertad femenina gracias a la educación, al saber.

FIRMA INVITADA

Por Margarita Melgar, autora de "El verano de nunca acabar"

A la gente le extraña muchísimo que Margarita Melgar seamos dos (Ana Sanz-Magallón y Montse Ganges), y que escribamos novelas. También escribimos guiones, pero esto no sorprende tanto: como espectadores ya sabemos que las películas son cosa de muchos. Pero como lectores, seguimos esperando que el autor sea esa Sherezade que se sienta a nuestro lado para susurrarnos solo a nosotros una historia, así que una novela escrita a cuatro manos suscita más preguntas. Por lo menos dos: cómo y por qué.