Entrevista a Fernando Ontañón: “La novela reflexiona sobre la fragilidad de lo que somos, sobre la construcción que hacemos de nuestra propia vida”
23/01/2017@07:14:20
“El orden invisible de las cosas” (Ézaro Ediciones, 2016) es el tercer libro de narrativa que publica el escritor Fernando Ontañón, un cántabro cuarentón (Santander, 1972) que vive en A Coruña desde hace muchos años. Tras “Relatos invisibles” (2010) y “El periodista despedido” (Premio de Novela Corta Dulce Chacón, 2014) llega ahora a las librerías esta novela de más de trescientas páginas que, en mi opinión, le confirma como un extraordinario escritor, destinado a ocupar un lugar de preferencia en el sistema literario español.
En los últimos días, casi todos los medios de comunicación de este país se han hecho eco de esta noticia: “El 40% de los españoles no lee nunca”. El dato es terrorífico, porque del nunca al casi nunca pasamos enseguida al 60% restante, donde aparecen juntos y revueltos lectores de todo tipo y condición. En definitiva, parece ser que los lectores habituales, casi se me escapa “sospechosos habituales”, se han convertido en una consolidada minoría.
Uno regresa a la poesía de Ángel González como a esa vieja casa donde creció o pasó alguno de aquellos memorables veranos infantiles, como el que necesita escuchar una voz confortadora al otro lado del teléfono, tomarse una copa con ese amigo que es el abrigo de todos los inviernos. Uno vuelve sobre las palabras lentas, altas y claras de Ángel González como quien abre un álbum de fotos amarillas como el otoño y alarga el domingo hasta el próximo viernes. Porque con el poeta es frecuente que los días cambien según nuestro estado anímico, “Ayer fue miércoles toda la mañana./Por la tarde cambió:/se puso casi lunes, la tristeza invadió los corazones/y hubo un claro/movimiento de pánico hacia los/tranvías/que llevan los bañistas hasta el río.”
Tantas veces la vida lo sobrepasa a uno y lo deja sin aliento o sin hígado, a veces sin trabajo
Tantas veces la vida lo sobrepasa a uno y lo deja sin aliento o sin hígado, a veces sin trabajo. Tantas veces la realidad parece tomar altura, elevarse frente a nosotros en forma de escarpada pendiente por la que no nos queda más remedio que ascender épicamente cada mañana. Tantas veces no damos la talla, perdemos el ritmo, nos quedamos atrás. La vida, a veces, tan enorme, inabarcable; nosotros tan pequeños, insignificantes.
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Por Pablo Vaamonde
Fernando Ontañón, que se dio a conocer como escritor en 2010 con "Relatos invisibles", acaba de publicar su tercer libro de narrativa, "El orden invisible de las cosas" (Ézaro Ediciones, 2016), en el que se confirma como una figura emergente de la literatura española actual. Este cántabro (Santander, 1972) afincado en A Coruña desde hace años, tiene una decidida vocación literaria que lo convertirá, más pronto que tarde, en un autor de referencia.
Tenemos estos días en Oviedo a Richard Ford. El inmenso novelista norteamericano recibe el Princesa de Asturias de las Letras. Los premios, a estas alturas de su carrera, poco pueden aportar al prestigio de un escritor cuya obra ocupa desde hace mucho tiempo un lugar principal en la historia de la literatura universal. Por el contrario, su presencia en Asturias sí que es relevante para nosotros. Nos sitúa en el mapa, en el mundo de la cultura. España más allá del sol y del fútbol y de las tapas patrimonio de la humanidad del señor ministro en funciones.
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