¿Cuándo se ha visto un mundo en el que los viejos trabajan y los jóvenes duermen?
A lo mejor están en la habitación de al lado, o tal vez en otro lugar. En general duermen cuando los demás están despiertos, y velan cuando el resto del mundo duerme. Son los cansados: los hijos adolescentes. Michele Serra tiene una mirada implacable hacia los hijos y hacia los padres, y narra los conflictos, las ocasiones perdidas, el sentimiento de culpa. ¿Cuándo ha pasado? ¿Cómo ha pasado? ¿Dónde nos hemos perdido? ¿Bastará, para el reencuentro, la desesperada y patética invitación a dar juntos un paseo por la montaña?