La escritora bielorrusa fue la última ganadora del Premio Nobel de Literatura
No sé si por causa de la propia realidad literaria o por la antipatía iconográfica que distingue a estos tiempos modernos, el caso es que la condición de premio nobel llevaba aparejado, últimamente, una cierta sonrisa de duda, de sospecha, de acto pactado por intereses políticos antes que por el respeto al canon que ha hecho distintiva a la buena literatura.