17/08/2020@20:32:05
Los predicados usuales en matemáticas, es decir, en geometría y en aritmética, dice Kant que son útiles al estudiar objetos físicos, que se “conocen”, mas no al hablar de ideas, que sólo se “piensan” y que carecen de objeto sensorial correspondiente. Aplicar dichos predicados en ideas, sugerimos, es causa de supersticiones, que provocan o contradicción moral, es decir, hipocresía, o indiferentismo cultual.
Kant, en famoso soapuntamiento (1), quéjase de que los alemanes, al proferir la germánica palabra “Ästhetik” (lo captable sensorialmente), “estética” en español, signan con sinonimia también el término “Geschmacks” (lo agradable), “gusto” en español, que es ambiguo quehacer que estorba el escrutar científicamente la humana sensibilidad y el arte, vía hacia lo bello.
Contraviniendo la popular creencia, el pasado no fue más dinámico que el presente. Parece serlo porque cuando se mira retrospectivamente, los hechos son juntados al modo telescópico, y porque pocos recuerdos son allegados realmente sin mácula. Lo tal es, sobre todo, porque libros, filmes y reminiscencias se entreveraron en la guerra de 1914 a 1918, por lo que se conjetura que tuvo tremebundas, épicas características inexistentes en la actualidad.
Traducción: Eduardo Zeind Palafox
Desde muy temprana edad, tal vez desde los cinco o seis años, supe que creciendo debía ser escritor. Entre los diecisiete y veinticuatro años de edad procuré abandonar tal idea, e hícelo consciente de que zahería mi verdadera naturaleza y que tarde o temprano tendría que asentarme y redactar libros.
Fronteras del arte y la propaganda
Traducción: Eduardo Zeind Palafox
Hablo de la crítica literaria, y en el mundo en que actualmente vivimos eso es casi tan poco prometedor como hablar de paz. Esta no es pacífica era, y no es tampoco crítica era. En la Europa de los pasados diez años la crítica literaria del viejo tipo -crítica realmente juiciosa, escrupulosa, imparcial, que trataba a la obra de arte como a algo valioso en sí- ha sido casi imposible.
¿Puede la literatura ser parte del método sociológico?
¿La literatura copia, imita el mundo, o crea mundos nuevos? Si copia, es instrumento científico con el que podemos llegar a la verdad, y si crea mundos nuevos, también es instrumento científico, pero no metodológico, sino heurístico. La verdad, para serlo, debe contener cosas, objetos, y no paralogismos. Los objetos, para ser tratados, pensados, conocidos, deben signarse, poseer signos. Los signos, se sabe, pueden proceder del lenguaje común y corriente y de las ciencias.
Poesía, asociación libre, cohesión social
Un amigo asevera que la poesía sirve para mejorar la "cohesión social", aseveración que me obligó a releer el famoso libro de Eckermann de nombre "Conversaciones con Goethe". Semejantes conversaciones, como los diálogos platónicos, nos aleccionan enseñándonos que la filosofía, sobre todo, es arte de dialogar. Dialogando, explicando problemas, circunstancias, usamos tanto conceptos como argucias, ardides y técnicas literarias.
Metafísica, moral, religión, antropología… todo cabe en Shakespeare
Tres ideas procedentes de la razón pura, enseña Kant, rigen nuestra vida: alma, mundo y Dios. Las tres generan preguntas inevitables y sin respuesta posible. He aquí ejemplos: ¿somos inmortales?, ¿somos libres? Luego, vivimos con ellas, es decir, fraguando ideales, enjuiciando las cosas con ellos, errando, planteando hipótesis para conocer el origen del errar y bregando para aceptar lo que no podemos cambiar, como dicen que dijo San Francisco de Asís, o para mudar la naturaleza y la fortuna. Lo dicho, para ser formulado, necesita lenguaje vivo, expresivo, verídico, o en una palabra, shakespeariano.
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Literatura clásica, o metafísica, materialista, lógica, política
Se admite que la “Biblia”, que el “Quijote”, que “Hamlet”, que “Moby Dick”, son obras literarias clásicas. El grecocomplutense doctor Carlos García Gual (1), filólogo, asevera que la palabra “clásico” procede del latín “classicus”, “con clase”. Luego, sólo la gente “con clase” lee, desbroza, interpreta tales obras. Dice, además, que los libros clásicos parlan de los “aspectos esenciales de la condición humana”, que son, según los libros que hemos leído, el lirismo, el romanticismo, el utilitarismo, el gremialismo, el legalismo, el moralismo, asuntos todos planteadores de cuestiones metafísicas.
Hacia la unidad europea
Traducción:Eduardo Zeind Palafox
El socialista de hogaño está en la postura del médico que procura tratar un totalmente descorazonador caso. Cual doctor, debe mantener vivo al paciente, por lo que admite que el paciente, al menos, tiene oportunidad de sanar. Cual científico, debe arrostrar los hechos, por lo que admite que el paciente podría fenecer.
"Tolstoi y Shakespeare"
Traducción: Eduardo Zeind Palafox
La pretérita semana anoté que arte y propaganda nunca se separan totalmente, y que lo que se supone es puramente estético juicio es siempre corrompido por amplios afanes morales o políticos o religiosos. Y añadí que en conflictivos tiempos, tales como los recién idos diez años, en que la persona pensante no podía ignorar los sucesos que lo circundaban ni soslayar partidismos, esos sustanciales afanes fueron empujados hasta la superficie de la conciencia. El criticismo deviene más y más cínicamente partidista, e incluso la pretensión de imparcialidad se dificulta. Mas no se puede inferir de ello que no hay tal cosa como el juicio estético, que toda obra de artista es ramplonería, sólo panfleto político que puede juzgarse como tal. Si así razonamos movemos nuestra mente hasta calleja sin salida, en la que ingentes y obvios acontecimientos devienen inexplicables. Para ilustrarlo examinaré gran pieza de moral, de criticismo no estético -criticismo antiestético, dígase-, que es de lo más egregio que se ha escrito: el ensayo de Tolstoi acerca de Shakespeare.
El movimiento del espíritu social. De la religión al arte
Muchas veces me preguntan por la función, por la utilidad de la sociología, y respondo positivistamente aseverando que sirve para explicar abigarramientos políticos, injusticias económicas, etc., y para prever el devenir, que antaño se llamaba "inferencia".
Literatura humana, clásica, científica
De "Verdad y Método" (Ediciones Salamanca, 2012), de Gadamer, sale el presente palique (páginas 354-358)
¿Podemos decir que las obras literarias pueden adueñarse de las palabras "derecho científico"? Un conocimiento, sea poético o novelesco, físico o sociológico, es científico cuando es certero, es decir, cuando nos permite hacer algo siempre sin yerro.
¿Fue Borges lector judío o griego?
Hace unos días la servil prensa recordóme el nacimiento de Jorge Luis Borges, escritor argentino que con prólogos, artículos breves, nebulosos sonetos y cuentos nunca bien apreciados por mi filosófica visión, me enseñó, creo, qué es la crítica literaria.
Tiempo, clave del lector de poesía
La poesía, al ser leída sin avisos estéticos, sin método, sin educación artística, es convertida en hontanar de símbolos transformables y útiles (piezas) para cualquier menester. El patriotero, por ejemplo, halla en Whitman pretextos para cantar su país, para el racismo y el chauvinismo, y el nostálgico halla en Rimbaud pinturas para describir los infiernos mentales que padece.
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