Lluïsa Lladó (Mallorca, 1971) nos ofrece en El arca de Wislawa (Torremozas, 2017), su cuarto poemario, una analogía lingüística del arca de Noé pero utilizando figurativamente la poesía de Wislawa Szymborska como elemento aglutinante de lo bello para su posterior salvación. Para dimensionar una aspiración así es preciso que nos hagamos una idea de cómo Lladó debe venerar la poesía de Szymborska. Tras leer este libro se nos hace evidente que la poesía de la autora de Preguntas a mí misma (1954) llegó a la vida de Lluïsa Lladó para cambiarla.