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dramaturgia

El compañero del alma
17/11/2024@21:21:00

Miguel Hernández, el sueño de un poeta es un recorrido por la vida y la obra del poeta en una trayectoria poética y musical que va desde que nace hasta su muerte y llega, en su legado y en su memoria, hasta nuestros días.

El mar nunca es pusilánime

El mar siempre es atrayente. Desde la orilla y para surcarlo en busca de otros confines. Ver amanecer en el mar es sentir que la vida está ahí para esperarnos. Nada relaja tanto como el vaivén de las olas vistas desde la playa. Aunque sabemos que, a veces, se torna violento, despiadado, furioso, incontrolable.

Un personaje (in)quieto

Un edificio silenciado, un hotel venido a menos, las historias de lo que ocurrió dentro, dormidas. Pero aún se mantiene en pie este viejo personaje de ladrillo y ventanas, el Hotel Mónaco, en la calle Barbieri, en pleno barrio de Chueca.

Habría que diferenciar entre personaje y persona. Entre actor/actriz o ente corpóreo. ¿Cuándo se conforma el personaje? ¿Cuando el autor lo concibe en su cabeza, cuando le das palabras o cuando el intérprete lo asume por primera vez?

Las manos que lo sustentan todo: el cuerpo y el alma. Esas manos que nos muestran el camino. Manos que recogen aquello que se nos anuncia que es imprescindible. Manos-mundo, y cuenco, y cascada que lo purifican todo: la vida y la muerte. Manos sobre fondo negro. Negro de luto y misterio. De bilis negra. De humor negro. De melancolía antigua. Manos-soporte de la esclavitud del cuerpo y la voluntad.

"En el lugar del otro" cuenta con una espléndida dirección de Ernesto Caballero. Los actores Noemí Climent, Silvia Espigado, Pedro Miguel Martínez, Estíbaliz Racionero y Germán Torres están perfectos en sus respectivos personajes.

Hablamos del teatro que se lee con el dramaturgo y fotógrafo Luis Fernando de Julián (Madrid, 1977), uno de los autores más interesantes del teatro español contemporáneo.

… Se construyó una iglesia con una torre, a semejanza de las de Italia, tan alta y majestuosa que fue la causante de que se cambiara el topónimo, pasando a llamarse Torre de San Miguel. Junto al altar se mostraba una de las reliquias más importantes, donada por la propia abadesa. Una caja de marfil dedicada al arcángel, y que era testimonio tangible de Juana de Saz.

Yo también

Atreverse a hablar, a mirar, a verte, más allá de las opiniones sociales que intentarán revertir el acoso al que se han visto sometidas muchas mujeres en su contra, y las tildarán de oportunistas, y serán, a su vez, acusadas y vilipendiadas nuevamente, produciendo un vértigo de dolor, donde vencer es solamente conseguir que te crean.

Gabriel Impaglione nació el 15 de enero de 1958 en Villa Sarmiento, partido de Morón, provincia de Buenos Aires, la Argentina. Reside en la ciudad de Lanusei, provincia de Ogliastra, isla de Sardegna, Italia. Es el responsable de la revista de poesía “Isla Negra”, la que se distribuye como adjunto a los suscriptores. Ha sido traducido al francés, ruso, catalán, italiano, gallego, inglés, búlgaro, portugués, sardo, turco y rumano. Es cofundador y organizador del Festival Internacional de Poesía “Palabra en el Mundo” y miembro fundador del Movimiento Poético Mundial. Textos suyos fueron incluidos en antologías de la Argentina, Chile, México, Canadá, España, Francia e Italia. Algunos de sus libros cuentan con ediciones electrónicas. De entre los que aparecieron en soporte papel, citamos “Echarle pájaros al mundo” (1994), “Letrarios de Utópolis” (México, 2004), “Prensa callejera” (2004), “Carte di Sardinia” (Italia, 2006), “Racconti fantastici, d’amore e di morte” (en co-autoría con Giovanna Mulas, España, 2007), “Medanales, crónicas y desmemorias y otros enigmas” (2009), “Parte de guerra” (Venezuela, 2012) y “Giovannía” (Venezuela, 2012).

Un desgarro, un lamento, un quejío

Me queda la pena negra más grande, el asombro de la vida y la expectativa de la muerte. Desnudo de memorias y esencias los personajes se convierten en incertidumbre, en mitos, en fracasos, en esperanzas, en mañana.

El pasado 20 de julio concluyó con gran éxito el XXVII Festival de Teatro Clásico Castillo de Peñíscola, organizado por la Diputación de Castellón, que este verano ha llevado al Patio de Armas del Castillo de Peñíscola seis espectáculos, además de dos interesantes actividades de y para jóvenes. El festival, que ha vuelto a reafirmar su posición como uno de los acontecimientos culturales más destacados de la región, ha recibido en esta última edición la visita de un total de 1650 espectadores, con una ocupación del aforo del 92%, superando así todas las expectativas y consolidándose como un referente en la programación de teatro clásico de la Comunidad Valenciana.

Ahí está el mar. Lo tengo enfrente. Y el horizonte cerca, muy cerca. Solo me separan 14.4 kilómetros de distancia.

¿Qué tendrá la noche para que pensemos en ella desde el punto de vista del amor? Pero de un amor efímero, que se diluirá, posiblemente, con la llegada del alba, cuando las primeras luces matutinas dejen ver las cosas con mayor claridad.

Cuando una guerra comienza, sea cual sea la causa, (y lo peor es que no haya causas), se producen cambios, metamorfosis, se trastoca la forma de vida. Indefectiblemente desaparecen personas, surge el miedo, la precariedad de la subsistencia, el horror, el caos, la muerte.

Ser homosexual es realizar una travesía con dificultades, en una huida hacia el desierto de la soledad, en muchas ocasiones. Incluso en nuestros días. ¡Qué sería en épocas pretéritas no tan lejanas!

El tiempo no todo lo cura. Lo disimula, lo oculta, lo guarda, lo ensombrece. Pero, de vez en cuando, sale a la luz aquello que nos hirió en su día, aquellos monstruos que nos visitaron, aquellos sorbos de agua de sal que nos tragamos.

Ricardo Rubio nació el 11 de mayo de 1951 en el barrio de Mataderos, ciudad de Buenos Aires, la Argentina, y tiene su estudio a pocas cuadras de dicha ciudad, en Lomas del Mirador, provincia de Buenos Aires. Adoptó la nacionalidad española. Concluyó en 1967 el profesorado de idioma inglés, así como en 1972 sus estudios en filosofía oriental, en 1973 los de analista programador, en 1974 los de sofrología y parapsicología. Realizó cursos de idioma italiano, tecnicatura en electrónica, narrativa fílmica, dirección teatral, etc.

Dos paradigmas incuestionables de la crítica literaria se ocuparon de la obra: la argentina María Rosa Lida en Introducción al teatro de Sófocles (Losada, Buenos Aires, 1944) y el norteamericano Edmund Wilson en La herida y el arco, (F. C. E., Breviarios, México, 1983). La historia se remonta a los Cantares ciprios (poema perteneciente a la literatura griega antigua, del cual se conservan apenas algunos fragmentos y que formaban parte del llamado “ciclo troyano”: conjunto de poemas que narraban los acontecimientos legendarios de la guerra de Troya y del cual han llegado hasta nosotros sólo dos: Ilíada y Odisea), se menciona escuetamente en Ilíada (canto segundo, 722-726), la retoma Píndaro en sus Píticas (Oda I) hasta que en manos de Sófocles se convierte en una obra maestra escrita a sus ochenta y cinco años.

Fue una guerra abierta de egos y maldiciones, de envidias y zancadillas, fue un error por parte de ambas actrices, fue una sofocante atmósfera, fue una lucha sin tregua, fueron dos trasatlánticos a la deriva, fue una historia más del cine americano de Los Ángeles, cuando los ángeles se convirtieron en demonias de sí mismas.

Como una alegoría de la sociedad, la enseñanza es un compendio de frustraciones, de muchachos que se están abriendo a la vida, pero también de profesores que se acomodan al sistema o, por el contrario, que buscan nuevos métodos y alicientes para hacerle frente a la realidad, o quizás a los sueños, siempre a los corazones.

Desde toda la vida de mis padres y abuelos, este recuerdo de amargura, esta sinrazón de encarcelar sin sentido, esta niñez callada por los años de los años, en muchas ocasiones, con pesadillas a la nocturnidad de la luz, familias y vecinos presos, parejas separadas por decisión de quien tenía el mando, todo un esfuerzo por aparentar que, en aquel entonces, no pasaba nada.

Autora de "Aquí hubo siempre mucho amor"
Encontraremos en "Aquí hubo siempre mucho amor" diecinueve cuentos, historias —momentos— de fragilidad y turbulencia emocional, de irrealidad y misterio, algunas de las cuales juegan con duras vivencias personales de la autora. Son cuentos que parten de situaciones comprensibles, a veces no precisamente habituales, para devenir “otra cosa”, absurda, abismal, extraña o peligrosa, como sucede en Desvanecerse, Cuadernos de Bucarest, La herida, El futuro de June, Cóndor de agua, La polaca que soñó fuego, Mujeres de paso…

Jákara Editores, Málaga, 2021
Cuando el lector tiene la fortuna de acercarse a la escritura de Juan Gaitán, percibirá de inmediato que es un hombre de letras. No en vano cultiva por igual la narración, la poesía, el periodismo, la crítica literaria e incluso la docencia de escritura creativa. Su profesión que no es sino la de Jefe de Prensa y Protocolo de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol que alterna con la de columnista del grupo Prensa Ibérica y la Cadena Ser, en cierta medida, nos orienta de su esencia escritural.
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Editorial Alhulia, Salobreña, Granada, 2022
Habitación 309, La mascarilla, La mujer que leía caníbal teatro, Dos ven mejor que uno, El muerto, El ángel custodio, son seis breves piezas teatrales que conforman el volumen El covid y otros canibalismos de Francisco Morales Lomas, publicado en una edición tan elegante como esmerada de la mano de la editorial granadina Alhulia que contó además con la subvención de la Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades de la Junta de Andalucía.

Será que nuestra memoria es frágil y que, en la era de las rápidas comunicaciones y redes sociales, buscando nuevas formas de llegar a la gente, se nos olvida que hubo un género, al que denominaron “chico”, pero era muy grande.

¿De qué estamos hechos? De cenizas y recuerdos. De un cuerpo material que muere, y un alma inmaterial que vaga por el universo. Del eco de nuestra voz que el viento transporta a lo largo del tiempo. Sin olvidarnos del agua y la tierra como soportes del ser humano. Un ser humano que vive, siente, sufre y añora. De ahí surgen la nostalgia, la búsqueda y los recuerdos que en Deje que el viento hable se transforman en relojes que nos recuerdan la importancia del paso del tiempo, o el reconocimiento del sacrificio de una madre que posibilita al hijo hacer todo aquello a lo que ella renunció por él.

Cofundador y editor de Teatro del Astillero
Teatro del Astillero lleva 25 años promoviendo la difusión de la literatura teatral contemporánea. En todo este tiempo Teatro del Astillero se ha esforzado en defender la calidad literaria de los textos escritos para el teatro, así como la especificidad escénica de esos mismos textos.

Se ha presentado, en el teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa de Madrid, el libro "Teatro", de Fernando Fernán Gómez, en el que se reúne por primera vez todas las obras teatrales del autor. Contiene, además de todas sus obras dramáticas publicadas en vida, otros muchos textos que fueron llevados a escena, pero que permanecieron inéditos y, también, una serie de grandes descubrimientos hasta ahora desconocidos y, por tanto, nunca representados ni editados.

No hay nada mejor, para contar una historia que trata de ser universal, que hacerlo desde la distancia y, en este sentido, la segunda persona a la hora de narrarla parece la más acertada. La vida de uno a través de otros nos sitúa en un espacio donde no tenemos que atravesar ningún espejo, pues tan sólo, debemos limitarnos a ver, oír y pensar en aquello que vemos y oímos.

Somos capaces

Poder hablar de lo que ha sucedido. Poder contar que, una vez, escalando, Manuela Vos realizó un vuelo infinito que la dejó tetrapléjica en una silla de ruedas, pero no impedida. Poder decir que tuvo, y tiene, que solventar numerosas dificultades aún más peligrosas y difíciles que subir una montaña, es ya haber ido ganando competiciones.

Nos estamos quedando sin campo

Estamos en asamblea. Puede que nos equivoquemos, que no sepamos qué hacer, que esto nos sobrepase. Pero hay que poner toda la carne en el asador. Nos estamos quedando sin campo. Se talan árboles y se arrasan campos de cultivo para sembrar plantas fotovoltaicas, instalar molinos eólicos, porque no se atreven a llamarlos de viento, o construir centrales hidroeléctricas.

Cerrar los ojos y dejarse llevar

Estamos buscando algo que no estaba y, de pronto, está. Alguien lo habrá puesto, pero no hay nadie, nadie pasó por aquí después de nosotros. Aun así, no debemos paralizarnos, aunque las cosas no tengan un porqué.

No hay distancia entre ayer y hoy en la zarzuela

No hay distancia en este pasado donde nuestras madres y abuelas oían, y cantaban, las zarzuelas más reconocibles y famosas. Y eran muchas. Formaban parte de su cotidiano vivir diario y no tenían reparos a que se les escuchase cantar a través de las ventanas abiertas mientras hacían la comida o arreglaban la casa, porque así era.

Las historias de piratas siempre han interesado. Desde los tiempos románticos (e incluso antes), los vikingos, la piratería en la Edad Media, los Pueblos del Mar en Egipto, los Argonautas, Roger de Flor, los Corsarios, los berberiscos, los piratas del Caribe y del Pacífico, sin nombrar a los de China o los de África o Filipinas.

En el grupo 016 de los epígrafes de Actividades Artísticas figuran los humoristas, los caricatos, pero también los excéntricos, los charlistas o charlatanes, los recitadores, ilusionistas, etc.

Ediciones Carena, Barcelona, 2023
Acercarse a la escritura de Francisco Morales Lomas es ahondar lisa y llanamente en la historia de la literatura actual. Hombre de letras en toda regla que propugna el humanismo solidario como señal identitaria, su implicación en lo literario se aplica desde todos los prismas posibles, creativos, teóricos, docentes, investigadores, ensayísticos, narrativos y dramatúrgicos. En esta experiencia singular y polifacética de abordar su mundo literario, el del teatro constituye un hito incluso rompedor con el resto de su obra, pues la ironía y el propio concepto de canibalismo, refuerza un teatro de brillantes resonancias, denuncias transgresoras y un repaso de la universalidad que sustenta su obra.

La historia de una tragedia. Dicen que padres e hijos nunca podrán separarse, aunque estén distanciados. Aunque haya miradas mudas y palabras altisonantes, fuera de tono, de las que luego hay arrepentimiento.

Un encuentro que no se dio. Una vuelta al pasado para una súplica, para un perdón, para esclarecer las cosas.

Estoy en el teatro para asistir a un combate. Puede ser de boxeo, o no, como dice Jesús Torres en la edición de su obra Puños de harina, (Premio Teatro Autor Exprés 2019 de la Fundación SGAE) en una nota introductoria a la edición de su obra.

Parásitos, caricatos, peleles, que intentan sobrevivir en un mundo de oscuridad y que cercena el pensamiento. Y no digamos, la creatividad, el arte, todo aquello que, a ojos de otros, no sea productivo, no genere beneficios tangibles, contantes y sonantes.

Todos somos fronterizos, mendigos, seres de desechos, quizás. Pacientemente nos vamos amoldando a nuestro entorno, construyendo sobre nuestros propios materiales de derribo, desde los restos de óxido de nuestras relaciones.

El pasado 8 de febrero se publicaron los resultados del I Premio de Poesía David González, creado por la Editorial Páramo en homenaje al poeta asturiano, cuando recientemente se ha cumplido un año de su muerte.

Como si el tiempo no pasara o se hubiera detenido. Como si el cerebro tuviera regresiones y la conciencia no nos dejara en paz, extenuados ante tanta política, ante tanto desmán, ante tanta inmundicia social.

Elizabeth Siddal no estaba segura de nada. Ni siquiera de que abril fuera el mes de las lluvias. Fue arrinconando silencios y miradas para los retratos que le hicieran.

"Jardín peregrino" recoge los relatos dispersos y extraviados de Valle-Inclán. De modo que pretende subsanar las lagunas en las diferentes obras completas donde la mayoría de los cuentos y novelas breves integrados aquí están ausentes.