www.todoliteratura.es

Demasiada felicidad

OBITUARIO DE LA PREMIO NOBEL CANADIENSE

15/05/2024@09:40:24

La vida y la literatura están plagadas de casualidades, y ambas, poseen eso que denominamos como lagos interiores que en apariencia nadie ve, pero que sin duda existen. La necesidad última del ser humano por expresarse, le llevó a una joven madre canadiense llamada Alice Munro a refugiarse en la escritura, y lo hizo mientras sus hijas pequeñas dormían la siesta. El silencio y ese eco profundo de la conciencia que, cual duende no nos deja conciliar el sueño, hicieron su función de una forma sencilla y magistral en la todavía joven e inexperta Alice. Seguidora de la mejor tradición de los escritores norteamericanos, ella supo conjugar su propio mundo a través de la demoledora precisión del relato corto caracterizado por la pasión del retrato psicológico de sus personajes, en lo que podríamos denominar como la aventura de los discursos interiores. Tanto es así que una buena parte de su producción transcurre en un condado que lleva su propio nombre, al mejor estilo de Faulkner.

Soledad. Soledad como la fuerza que nos somete a lo largo de la vida. Soledad que no desaparece con la muerte. Esos reflejos interiores que nunca llegan a atisbarse en un mundo hostil y primitivo. Reflejos alejados de todo aquello que lleve la marca de la felicidad. Entonces, ¿qué representa ese efímero trasunto que deviene en demasiada felicidad? Esa demasiada felicidad que Munro nos presenta en esta colección de relatos es un mero deseo. Aquel que siempre anhelamos. Aquel con el que soñamos de una forma obsesiva. Aquel que no es real.

  • 1