Leo en el estupendo artículo de Antonio Muñoz Molina (Babelia 12 dic) ese primer terror infantil que comparto y que me quedó en la memoria de niña y que tantas veces incluso de adulta lo he rememorado. Todavía cuando voy a casa de mis abuelos veo esa escalera por donde subía el “malvado” e imagino la madre diciendo “ya se irá, ya se irá…” mientras la niña oía los pasos cada vez más cerca, “ya sube el primer escalón…-sentía”.