30/07/2022@11:11:00
En el siglo I, según cuenta Estrabón, una ardilla podía cruzar Iberia desde los Pirineos a Tarifa saltando de árbol en árbol sin tocar el suelo. Hoy lo haría huyendo de incendio en incendio, mientras los “Estrabones” de servicio se limitan a imputar la calamidad al cambio climático, con la misma desvergüenza con que aquel decrépito dictador atribuía el tercermundismo nacional a la “pertinaz sequía”.