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crítica literaria

15/05/2018@00:00:00

Austral reeditó en 2013 la novela por la que el novelista Luis Martín-Santos pasó a la historia de la literatura española, y me refiero a “Tiempo de silencio” (1961). En 2017 llega al mercado su tercera edición, una edición de carácter definitivo, puesto que en ella se incluyen todos los textos que fueron suprimidos por la censura del régimen franquista; y sin duda, esto es una buena noticia.

La literatura siempre ha sido una fiel aliada de la aventura, y diríase incluso que ésta ha reforzado el interés de la literatura por cuanto el hombre, tanto en su condición física como espiritual, tiene un vínculo implícito con la curiosidad, con el riesgo, con la emoción subvenida en cada acto concreto.

“Pero en las nubes”, esa preposición dispone de un ánimo, de una suerte de negación, de objeción que, no obstante, hace ver nimbos, cúmulos y estratos en las líneas del poema. Quien mira hacia arriba se tropieza con motas de diversas formas. El cielo es el fondo de esas figuras que revelan el universo contenido en los ojos. Y de esa contemplación, todos los sentimientos, motivaciones, uso indiscriminado de la libertad, porque ver el cielo es ver el infinito, sólo que las nubes están allí, como recordando que ellas son parte de ese infinito, de esa volátil porfía aérea.

El subtítulo que completa la explicación del contenido de este subyugante libro, ‘Un viaje por la escritura’ viene a resumir bien el rico legado que esta autora reflexiva, exigente, enamorada de la literatura, nos lega con distintos ejemplos, ya sea en lo referido a través de cartas respondiendo a sus numerosos interlocutores, ya en entrevistas o bien como puro legado teórico de su compromiso con el discurso literario.

Jack el destripador” es sin lugar a dudas el asesino en serie más famoso del mundo. Los terribles sucesos que protagonizó esta misteriosa y siniestra figura a finales del siglo XIX aún hoy son motivo de estudio, especulación y leyenda. Durante décadas los investigadores del misterio y los enigmas sin resolver han intentado desvelar quien estaba detrás de “Jack el destripador”. Un nombre que causa en la actualidad el mismo escalofrío que cuando aquel criminal recorría las húmedas calles recubiertas por la niebla del barrio londinense de Whitechapel.

El lector es el gran necesitado en la medida que su inteligencia le exige conocimiento, novedad, riesgo de libertad… Algo que la literatura le prestará en innumerables ocasiones, a través de los argumentos más distintos, aunque, como en el caso elegido, resulte sorprendente en ocasiones sólo si se piensa en el texto con irracional materialidad. Es el caso cuando habla, muy positivamente, de su casa sita en la isla de Saint-Pierre, en medio del lago Bienne: “El precioso far niente fue la primera y principal de estas satisfacciones que quise saborear con todo su encanto, y todo lo que hice durante mi estancia no fue otra cosa que la ocupación deliciosa y necesaria de un hombre que se ha dedicado a la ociosidad” ¿La ociosidad como referente, como paisaje necesario y fecundo para la creación?

Creo que resulta oportuno resaltar aquí el comentario que el autor pone como -a modo de corolario teórico- a esta obra a fin de entender su trabajo, al tiempo que su punto de vista estético: “El papel de los museos en relación con las obras de arte es tan importante que nos cuesta pensar que no existen ni existieron nunca allá donde la civilización de la Europa moderna es o fue desconocida, y que existen en nuestro entorno desde hace menos de dos siglos. El siglo XIX vivió de ellos; nosotros vivimos de ellos todavía y olvidamos que han impuesto al espectador una relación totalmente nueva con la obra de arte. Han contribuido a liberar de su función a las obras de arte que reúnen, a metamorfosear en cuadros incluso a los retratos”.

Si el aforista escribe: “La autobiografía convierte al otro en protagonista” podríamos considerar que estamos ante la escritura de un autor en algún modo desafiante o provocativa (en cuanto que la ‘contradictio in terminis’ que encierra exigirá del lector la demora necesaria en el entendimiento, la ironía precisa a fin de deslindar los significados interiores, la capacidad crítica que le otorgue una aproximación sutil a aquello que, tal como está expresado, lleva a una cierta zozobra al principio para dejarle luego una clara sensación de verdad una vez haya digerido el auténtico valor de lo expresado, esto es, un viaje al sentido del humor puesto al servicio no solo de la verdad literaria, sino al grado ontológico del aludido”.

Crítica literaria

La última novela del escritor Noruego Kim Leine

La editorial Lengua de Trapo ha publicado la última novela del escritor noruego de origen danés Kim Leine, que lleva por título Tunu. Pese a ser una novela de un autor escandinavo, no es una novela negra como estamos acostumbrados a ver, sino que es la historia de un enfermero en la región oriental de Groenlandia, uno de los lugares más aislados y recónditos del planeta.

Atrapar el tiempo y volver a vivirlo desde el futuro. Reescribir las directrices de una vida que nunca es como la pensamos, igual que ese balcón al que ya nadie se asoma y en el que buscamos denodadamente algo que nos lleve de nuevo a él en un viaje hacia el eco del pasado. Un eco que, sin embargo, se ha perdido en la estepa del silencio. Allá donde nunca más regresará.

Con ilustraciones de Ardiluzu y palabras sencillas y cercanas nos llega, "Autorretratos", la última propuesta literaria del escritor vasco Kepa Murua.

De una crónica del escritor español-francés Kiko Herrero sobre Venezuela he pasado a leer "Arde Madrid" (2014). El título sugestivo me recordó «Mejor que arder», de Clarice Lispector: sus frases poéticas, su feminidad ardiendo en las pasiones de uno de sus personajes. La idea de que algo se mortifica (algo humano, desbordante) y el hecho de que uno no sabe por qué han ocurrido sus vivencias en una ciudad y entre una gente completamente distinta a la nuestra pero que se respeta —porque la historia está bien contada— como acostumbra a respetar la mayoría de la gente las ideas del otro, sus obsesiones, su química cerebral, su fanatismo, su incultura, su violencia —que uno nunca sabe de dónde provienen (porque nos está vedado asomarnos a la cabeza del otro)—, su sensibilidad (en todas sus diversidades) la misma que en algún momento empieza a arder.

Alianza, Madrid

Nunca es tarde, nunca es tarde para volver sobre la poesía de Eliot, el autor que ha decantado con tal minuciosidad no solo cada palabra, sino cada significado (apoyándose, bien es verdad, en el conocimiento y las recomendaciones de Ezra Pound) como para que su discurso perviva más allá del propio poeta, tal como es, o ha de ser, esperable de todo artista de verdad. Es el sentido de la trascendencia, esa forma de religión, de re-ligare entre la palabra y el infinito que significa, quede que nos vincula con una cierta forma de eternidad.

16 relatos cortos que tienen a Eros como protagonista nos llegan de la mano de Teresa Espasa. Todos y cada uno de ellos nos invitan a vivir la vida con optimismo y a recordar con pasión y dicha los momentos felices vividos en el amor, puesto que estas 176 páginas son todo un homenaje a la Literatura y a Eros, ambos, como todos sabemos, componentes fundamentales en la vida de María Teresa Espasa.

Pudiera dar motivo a sospecha la obra de un Diarista que, en alguna de sus páginas, comete el ejercicio de sinceridad de decir: “De lo de ayer me he olvidado. No tengo nada que decir” Para mí, al contrario, le avalaría en su condición de narrador de lo cotidiano: la misma sinceridad que demuestra esta frase, repetida en algún caso, hace concebir lo propio cuando recuerde, cuando nos narre sus impresiones del vivir. Y eso es importante.

“Por eso yo, que soy una niña a punto de caducar, pienso:

a) que los mayores ya no tienen nada que enseñarnos,

b) que sería mejor que nosotros tomáramos las decisiones y que las composiciones escolares contra la guerra las escribieran ellos,

c) que deberían dejar de hacer películas donde triunfa la justicia y hacer que triunfe ahí mismo a la salida del cine.

Pues sí, soy polémica.”

Crítica literaria

"La vidente" es la tercera novela de Lars Kepler

La editorial Planeta ha publicado La vidente, tercera novela de Lars Kepler, seudónimo bajo el que se agrupan el matrimonio sueco
formado por los escritores Alexander Ahndoril y Alexandra Coelho Ahndoril. En este libro, el comisario Joona Lina se enfrenta a un caso en el que la información de una médium puede aportar datos relevantes a un caso por primera vez en la historia.