30/12/2022@09:03:00
Mujer sin padre, mira al cielo, y le canta. Lo siente cuando amanece por las mañanas y cuando la luz del crepúsculo hace su entrada. Es una llama que no se apaga. Y María Villarroya lo canta con garra y desgarrada. “No hay muerte que no me devuelva a la belleza”.